La deuda pública vuelve a subir en septiembre: Estado, CCAA y ayuntamientos deben 1,1 billones
La deuda pública española ha vuelto a crecer en septiembre, al experimentar un incremento de 2.860 millones de euros respecto a la contabilizada el pasado agosto. De esta forma, el pasivo de las Administraciones Públicas representa el 98,3% del Producto Interior Bruto (1,13 billones de euros), es decir, que equivale prácticamente al valor de toda la producción de bienes y servicios de la economía española en un año.
Así lo muestran los datos publicados este viernes por el Banco de España.Es importante señalar que este cálculo se realiza según establece la normativa europea en su protocolo de déficit excesivo. Si se tuviera en cuenta la totalidad del pasivo del sector público español el volumen supera los 1,5 billones, lo que ronda el 150% del PIB.
Desde el Ministerio de Economía recuerdan que hace justo doce meses, el volumen de deuda pública oficial representó el 98,99% del PIB, una cifra levemente superior a la registrada en la actualidad. No obstante, en tasa interanual, el volumen de la deuda de las administraciones públicas ha crecido en 27.436 millones de euros, un 2,5% más.
El Gobierno confía en lograr su objetivo de cerrar el ejercicio con una tasa del 98,1%. Esta reducción se produce por las menores necesidades de financiación de la economía española al reducir el déficit público, que cerrará el año en el 3% del PIB según ha anunciado el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.
El objetivo a medio plazo es rebajar el porcentaje de deuda pública sobre el PIB hasta el 60%, que es la tasa máxima que establece el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la eurozona. Un objetivo que, según la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) no se producirá, al menos, hasta el año 2035.
«Aunque el marco de reglas fiscales provee cierta certidumbre respecto del tono de la política fiscal en el largo plazo, cambios en otros factores de carácter macro-financiero», como subidas de tipos de interés por la incertidumbre política o por que el Banco Central Europeo (BCE) retome la ortodoxia monetaria, «aún pueden significar un riesgo para la sostenibilidad de la deuda», señala la AIReF en su último Observatorio publicado el pasado octubre.