Un autónomo con una renta de 45.000 euros paga 700 euros menos de IRPF en Madrid que en Extremadura
Si eres un autónomo que ingresa más de 1.000 euros, conoces perfectamente el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). En España, la mayoría de los impuestos que gravan la actividad de los autónomos son competencia -en parte o en su totalidad- de la comunidad autónoma en la que se residen. De esta forma, un autónomo con una renta de, por ejemplo, 45.000 euros, se encontraría con una brecha de más de 700 euros en el pago del IRPF dependiendo de la comunidad en la que resida.
El último informe del Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF) del Consejo General de Economistas (CGE) reúne toda la legislación autonómica para cada impuesto, con sus diferentes tipos aplicables y ventajas fiscales. Para poder armonizar los criterios y determinar la brecha entre comunidades, los asesores fiscales han tomado como ejemplo a un contribuyente soltero y sin hijos con edad inferior a 65 años y sin discapacidad ni ninguna otra circunstancia personal que pudiera darle derecho a deducción estatal o autonómica.
El IRPF es un impuesto progresivo, es decir, cuanto más se gana, más se paga, por lo que la brecha entre comunidades es diferente en función de los rendimientos de los autónomos. En el caso de un trabajador por cuenta propia con una renta de 20.000 euros, los contribuyentes de Cataluña serían los que más pagarían en este caso. Concretamente, tendrían que abonar 2.400 euros, mientras que los de Bizkaia, Guipúzcoa y Álava, serían los que menos tendrían que pagar con 2.185 en los tres casos. Se trata de una diferencia de más de 200 euros entre un lugar y otro para una misma renta.
Si ese autónomo tuviese una renta de 45.000 euros, Cataluña ya no sería la comunidad autónoma donde más pagaría. En este caso, sería Extremadura la autonomía en la que más tendría que pagar, con algo más de 9.800 euros. Y sería Madrid donde menos se abonaría, con un importe inferior a 9.100 euros. Se trata, esta vez, de una diferencia de 700 euros en función de la región donde resida el autónomo. En el caso de una renta de 110.000 euros, un autónomo de la Comunidad Valenciana sería el que más IRPF tendría que pagar, con 38.500 euros, mientras que volverían a ser los madrileños los que menos pagarían, con alrededor de 35.550 euros. Se trata de una diferencia de más de casi 3.000 euros entre una y otra autonomía.
Deflactar el IRPF
El ajuste del IRPF a la inflación anunciado este lunes por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y que Pedro Sánchez se niega a aprobar a nivel nacional, supondrá un ahorro para cada madrileño de 300 euros al año para un salario de 40.000 euros. Según los cálculos del gobierno regional, si los salarios suben un 5% por el alza de la inflación, ajustar los tramos del IRPF permitiría ahorrar 300 euros con ese salario. El ahorro para cada madrileño que tenga ese sueldo pero que no suba y se mantenga estable será también de 300 euros.
Esta es la situación de partida, la que muestra este primer gráfico y para un sueldo de 40.000 euros al año. La cuota total a pagar de IRPF sería de 6.000 euros, un tipo medio del 15%. Si, por el efecto del incremento del IPC, el sueldo de los trabajadores sube un 5% y alcanza los 42.000 euros anuales, el impacto en el IRPF de no ajustar este impuesto a la inflación sería de 600 euros extra. Cada madrileño tendría que pagar 600 euros más al año en el IRPF con el modelo Sánchez, es decir, el modelo no hacer nada. El tipo pasaría al 15,7%.