ArcelorMittal podría extender los ajustes laborales a otras plantas además de la de Avilés
ArcelorMittal está llevando a cabo su mayor ajuste desde la crisis de 2012 y mandará a casa a lo largo de esta semana a 500 trabajadores de su planta de Avilés, como parte de su plan de paralizaciones para hacer frente a la dura situación que atraviesa la empresa en la actualidad. Sin embargo, fuentes del sector señalan que la localidad asturiana no será la única afectada, y que otras plantas como las de Echévarri, Lesaka y Sagunto también podrían unirse a esta situación.
Y es que la compañía ha alertado de que viven una situación de «emergencia total» como consecuencia de la caída de la demanda en Europa y la subida de los precios de la materia prima del mineral de hierro. Las paralizaciones en los talleres de Avilés tendrán lugar entre los días 6 de octubre y 13 de octubre y desde ArcelorMittal destacan que «a los trabajadores se les ofrece gastar los días de vacaciones, descansos y reconocimientos médicos que tengan pendientes y en caso de no tener licencias pendientes se les incluirá en el ERTE abierto por la acerera a nivel nacional».
En este contexto, la semana pasada el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, anunció que en los próximos días se reuniría con el director ejecutivo de la compañía, Lakshmi Mittal, para tratar la grave crisis que sufre el sector de las acereras en el conjunto de la Unión Europea (UE). La fecha exacta todavía no se conoce pero el consejero de Empleo e Industria del Principado, Enrique Fernández, ha remarcado que el Gobierno «tiene ofertas reales que trasladar a la industria para abordar la crisis actual».
Crisis del sector
La mayor compañía siderúrgica del mundo ya anunció el pasado mes de mayo un recorte de su producción en Asturias de 700.000 toneladas como consecuencia de la situación de mercado actual. A la caída de la demanda y el alza en los precios se suma el incremento de los costes de sus emisiones de CO2 y el elevado precio de la energía en España. Esta situación recuerda a la que tuvo lugar en 2012, cuando ArcelorMittal reguló el empleo de alrededor de un 20% de la plantilla y mantuvo durante varios meses la actividad de uno de sus dos altos hornos de Gijón.
La estrategia de la empresa para remontar esta situación pasa por continuar con su programa Action 2020. Uno de sus objetivos es el de generación suficiente de tesorería para alcanzar el objetivo de reducción del endeudamiento neto a un nivel inferior a 7.000 millones de dólares y mantener la calificación crediticia de “grado de inversión”.
A este problema se suma también el desplome que acumulan las acciones de la cotizada en el parqué español desde enero, que ya es superior a un 35%. De este modo, ArcelorMittal es la segunda compañía del Ibex 35 que peor evolución mantiene en lo que va de 2019, y sus acciones han pasado de valer 21,25 euros a 11,78 euros por acción.