Todos pendientes de Messi

Leo Messi entrenó con el grupo este sábado y apunta a la final

Todos están pendientes a si jugará o no, Koeman cede la decisión al argentino según sus sensaciones

Barcelona - Athletic: superdecisión final

Todos pendientes de Messi
Leo Messi corre durante el entrenamiento del Barcelona en La Cartuja ante la mirada de Koeman. (EFE)

Todos están pendientes a Leo Messi. No es para menos. El argentino es con diferencia ese agente que hace colocar al Barça a día de hoy en un escalón superior y no ese versión terrenal en la que se convierte el equipo cuando éste no está. De hecho, su concurso no asegura ni siquiera a día de hoy que este Barça de Koeman muerda. Pero es seguro que está más próximo a ello.

El 10, tras toda la semana renqueante y entre algodones debido a esas molestias en la parte posterior del muslo originadas tras el partido ante el Granada, se ejercitó este sábado con el grupo y apunta a la final. Campanas al vuelo, Messi está de vuelta. Pero la cautela que se debe tomar con el argentino debe ser máxima. Tal es el punto que la decisión de que esté o no este domingo de inicio ante el Athletic de Bilbao recaerá exclusivamente sobre él. Así lo aseguró Koeman en rueda de prensa.

«No sé cómo está. Hay un entrenamiento por delante. Va a entrenar y esperamos y decidiremos mañana si juega o no», comenzaba a explicar Koeman, que dejaba la decisión de estar en el campo al argentino: «En principio las sensaciones y lo médico [marcarán si juega]. Siempre la decisión final es del jugador. Depende del riesgo. Si hay mucho riesgo mejor que no juegue». Eran las explicaciones del holandés en lo referente al argentino. Ya patinó días atrás, antes de la semifinal ante la Real Sociedad, apostando por el concurso de su estrella. No entraría ni siquiera en la convocatoria finalmente y se le vio incluso cojear de camino al autobús que le llevaba a El Arcángel.

Nadie le quita el ojo de encima a Leo Messi porque su lesión y molestias llegan en el peor momento, o el mejor, según cómo se mire. Llegaba en el punto más álgido de su juego, recuperando su sonrisa, más solidario, más efectivo e incluso más goleador. Recuperaba una versión que se asemejaba al Leo de siempre, ese que disfrutaba con la elástica culé que en este inicio de la competición se estaba perdiendo.

Ha dejado atrás un par de losas. Su intención fallido de fuga, la marcha de amigos en el vestuario, los rumores sobre su implicación, su relación con Bartomeu, el rumbo deportivo… El Barça ha ido capeando cada cornada afilado que ha ido surgiendo durante estos tres primeros meses de competición. No es baladí la situación institucional y económica, algo que repercute en lo deportivo, y ahora parece haberse estabilizado tras semanas de mucho ruido.

Y cuando mejor parecía estar el equipo, paso atrás de Messi. Es lógico que todos están pendientes del argentino, de cada gesto, de cada movimiento, de cómo y dónde se toca en cada calentamiento. Cualquier dolencia hace dar dos pasos atrás al equipo. Busquets, que también comparecía en rueda de prensa junto a Koeman,  elevaba una vez más la importancia del argentino. Como si fuera necesario.

«Leo es el mejor jugador del mundo y nuestras opciones a ganar aumentan si está él. Va a intentar estar y veremos cómo evoluciona. La última palabra la tendrá él y los servicios médicos y el míster. Ojalá lo tengamos con nosotros para la final», comentaba el centrocampista blaugrana, otro de los pesos pesados a los que se le pide un punto más para volver a competir como antes.

Que la decisión recaiga sobre Messi le coloca en una encrucijada curiosa. Sobra decir que el jugador quiere apostar sí o sí por estar en una final, otra ante el Athletic de Bilbao, otra Supercopa de España. Cualquier título en juego es un aliciente mayor, levantar un trofeo siempre genera ese cosquilleo, los juegues ante quién los juegues. Que no juegue, por las cuestiones obvias del físico, o incluso por preservarle ante lo que viene después y no arriesgar una dolencia mayor, dejará también sobre la mesa el debate del compromiso –Sergio Ramos jugó infiltrado ante el Athletic en la semis–.

Su presencia o no en la final es, junto a la recuperación de Dest, una de las pocas opciones a alterar el once que salió de inicio ante la Real Sociedad. Braithwaite fue el elegido una vez más para cubrir una de las carencias del tridente ofensivo. El danés resultó ser clave con su jugada que daría inicio al gol de De Jong y pese haberse diluido ese efecto efervescente en sus primeras oportunidades, sigue siendo un competente recurso cuando no están Griezmann o Dembélé también.

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