Pone los pelos de punta: el homenaje del Sevilla a Jesús Navas por su último partido en el Sánchez-Pizjuán

Llegó siendo un niño y se va con un legado a sus espaldas. Navas por aquí, Navas por allá. Todo lo que ocurre este sábado en Sevilla lleva el nombre y apellido de Jesús Navas, un jugador de leyenda. «El orgullo de Nervión», reza el tifo desplegado por el Ramón Sánchez-Pizjuán, el estadio por el que nadie ha recorrido en más ocasiones su banda.

Tampoco nadie se ha vestido la camiseta en más ocasiones. Hasta 702. Hoy lo hace por última vez ante su gente.»Es por eso que hoy vengo a verte…» La afición del Sevilla le rindió homenaje desde la grada, los jugadores del Sevilla y Celta de Vigo lo hicieron, ataviados con una camiseta en su honor, sobre el terreno de juego con un pasillo que condujo hasta los ocho títulos que ha levantado como sevillista.

Ningún otro futbolista iguala el número de copas alzadas. Cuatro Europa League, dos Copas del Rey, una Supercopa de España y otra de Europa. Al grito de «Navas, Navas», el de los Palacios, acompañado por sus hijos, realizó el saque de honor en su feudo. La despedida oficial será el próximo 30 de diciembre, en el Pizjuán, pero la oficiosa se produce este sábado. Especialmente durante los prolegómenos del partido ante el Celta, su último ante la afición hispalense.

Llegaste siendo un niño.
Te vas siendo LEYENDA.@JNavas y sus lágrimas al pisar, por última vez, el Sánchez Pizjuán… 🥹#LALIGAenDAZN ⚽️ pic.twitter.com/8RY8gL9WJu

— DAZN España (@DAZN_ES) December 14, 2024

Después de pasar su noche más complicada. «No he podido dormir». Jesús Navas se presentó en el Pizjuán como lo ha hecho en tantas ocasiones, siendo titular. Su última vez. Ya se despidió hace un par de meses de la selección tras conquistar dos Eurocopas y un Mundial, el último de la generación del 2010 que tocó el cielo en Sudáfrica.

Se cierra un ciclo que arrancó hace quince años, con un montón de alegrías que nos llenaron de orgullo e ilusión. El viaje ha contado con la ayuda de Fernando Hierro, con la oportunidad ofrecida por Vicente del Bosque, con la confianza otorgada por Luis Enrique y por Robert Moreno y con la seguridad y el cariño que siempre me ha transmitido Luis de la Fuente. A todos estos seleccionadores, gracias eternas. Os di todo lo que tengo.