El Barça anda igual de bien

El parón no ha afectado al Barça. Los culés ganaron con solvencia y sin excesivos alardes a un Mallorca que careció de gol y que no supo recomponerse del tempranero gol de Arturo Vidal. Messi demostró que sigue estando en plena forma anotando un gol en el descuento y siendo el asistente en dos de los tantos azulgrana.

El Mallorca lo intentó, pero se encontró con la solvencia culé de cara al gol. Los azulgrana metieron las que tuvieron, mientras que los locales se encontraron con un buen Ter Stegen y la falta de puntería de sus delanteros. Kubo apunta maneras, pero está demasiado sólo en este equipo.

El Barça se encontró con el gol en la primera jugada del choque. Kubo perdió un balón en la salida, De Jong abrió a Jordi Alba y éste centró al punto de penalti para que Arturo Vidal anotase de potente frentazo el tanto inicial. El Mallorca ni se había acomodado cuando ya les había caído el primer jarro de agua fría.

Los culés no se conformaron con el premio obtenido y siguieron rondando la portería de Manolo Reina durante los primeros 20 minutos. A los locales les pudo caer un saco, pero por milímetros ni Griezmann ni Messi llegaron a concretar un remate a portería. Los bermellones estaban groggy, pero cuando todo apuntaba a paliza el físico de los de Setién se vino abajo.

El Mallorca tuvo 10 minutos magníficos con un Kubo que obligó a Ter Stegen a abrir el tarro de las esencias con dos intervenciones sobresalientes. El japonés cedido por el Real Madrid era el faro de esperanza para su equipo ante un Barça que reculaba metros y perdía posesión a pasos agigantados. Los locales dispusieron de tres ocasiones, pero pagaron no aprovechar su momento.

Todo cambió con la pausa de hidratación de la media hora. Ese tiempo muerto simbólico, porque calor no hacía para hidratarse, permitió a Setién reordenar las ideas de los suyos, mientras que el Mallorca perdió toda la inercia positiva que llevaba. El Barça volvió a sobar y sobar el balón. Era cuestión de tiempo que el gol llegase porque muchos jugadores azulgrana pisaban área.

En la jugada del segundo gol hasta seis jugadores azulgrana se encontraban dentro de la zona de peligro rival. Alba centró y los rechaces consiguieron llegar a Messi, quién asistió de cabeza a Braithwaite para que marcase un tanto que daba mucho aire a los visitantes.

El segundo mazazo sentó mucho peor a un Mallorca que ni por asomo se acercó a la portería rival en lo que restó de primera mitad, mientras el Barça metía cloroformo al choque con posesiones interminables que rara vez terminaban en algo de sustancia.

El Mallorca amenazó, pero no marcó

El descanso cambió el chip de los locales, que no tenían otra que tirarse un órdago. Entró Lago y con él una marcha extra para el Mallorca. El extremo encontró las cosquillas a Sergi Roberto, pero Budimir siguió totalmente negado de cara al gol. El Barça puso el modo ahorro y se quedó a verlas venir concediendo una cantidad inusual de corners.

A Setién le dio tiempo para ir probando su fondo de banquillo con un Luis Suárez que estuvo bien en su reaparición tras su lesión de rodilla. La entrada del uruguayo espoleó a Messi para reactivarse. El 10 regaló caramelos a su amigo y también a un Braithwaithe que falló un mano a mano con Reina.

El Mallorca siguió envidando con acortar distancias, pero la máxima de quien perdona la paga se hizo patente con el 0-3 obra de Jordi Alba. El lateral tiró de su clásica conexión con Messi en forma de pared para definir por el palo corto en el mano a mano con Reina. Messi puso la guinda a su gran actuación con un gol con la derecha en el descuento.

El Barça, sin realizar grandes alardes, se llevó un partido plácido ante un Mallorca que evidenció el motivo de su situación en los puestos de descenso. Sin gol y con despistes defensivos, los baleares lo tendrán muy complicado para salvar la categoría. Los culés, mientras tanto, mantienen el liderato y demuestran que andan igual de bien que antes del parón.