Alcaraz sale del trance a tiempo: sofoca a Rublev y ya está en semifinales de Cincinnati
El murciano resiste las embestidas del ruso y acaba imponiendo su ley
Ya espera rival en la antesala de la final: Shelton o Zverev

Entre toallas, golpes de abanicos y la pelota camuflada por el sol, emerge la raqueta de Alcaraz para fundir (6-3, 4-6, 7-5) a Rublev, que ha firmado un partido serio, pero insuficiente para cortar el paso de Carlitos. Avanza el murciano a semifinales en Cincinnati, sin alardes ni fuegos artificiales, aunque sólido y cada vez con mejor tenis. A falta de encontrar su versión arrolladora, le basta con ir subiendo el nivel en los momentos claves para superar rondas.
La mencionada afirmación alcanzó su cenit en dos momentos opuestos y con dos cualidades diferentes. En el inicio con su servicio y el final del partido abrazado a golpes ganadores cargados de convicción. «Aprieta el saque», le gritaban desde su banquillo. Y Carlitos, aplicado, lo hizo a más de 200 kilómetros por hora. A Rublev le dio tiempo a poner la raqueta, pero ni con la suficiente fuerza ni la suficiente precisión.
Tampoco le magulló con su vertiginosa y potente derecha, que la soltó con gusto cuando se sintió cómodo sobre la pista. Pero está mostrando Alcaraz una versión cada vez más madura y jerárquica. Él decide el cómo y el cuándo y no da puntada sin hilo. Si varía su registro de golpes es porque busca algo determinado, si acelera también, pero todas las decisiones tienen el fin como denominador común: ganar el punto.
Se apuntó la primera manga y llegó hasta el 3-2 arriba en la segunda por la vía rápida. Empujado también los ánimos de su banquillo. «Sigue apretando, vamos», le gritaban. Rublev había apagado la incendiara batalla en su interior, también relacionado con el juez de silla y el tiempo de saque de cada tenistas, y se soltó. De perdidos al río debió pensar. Elevó el nivel y cerró el segundo set sin errores al resto. Una locura del díscolo.
Las sensaciones cambiaron y con ese break perdió el segundo set un Alcaraz obligado a subir de nuevo el nivel ante un rival crecido. El ruso salvó un agónico cuarto juego, pero perdió el saque en el octavo. Sin embargo, Carlitos terminó pagando un servicio irregular y lo cedió cuando sacaba para cerrar la victoria.
Camino del tie break, el ruso volvió a calentarse y una doble falta le condenó definitivamente. Alcaraz esperó su momento y esquivó la alta tensión de Rublev para reafirmarse como líder en victorias en 2025 (52) y mantener su racha invicta en los Masters 1000, 15 triunfos seguidos tras los títulos en Montecarlo y Roma.