La ‘kale borroka’ catalana prepara el regreso violento tras la pandemia: «No hay insurrección pacífica»
El separatismo ha permanecido adormecido durante el confinamiento. Según las fases de desescalada han ido avanzando, los independentistas han vuelto a recuperar fuerzas para reanudar su objetivo rupturista. Los más radicales, organizados en grupos a través de aplicaciones de mensajería, animan ya a sus seguidores a ejercer la violencia para conseguir la declaración unilateral de independencia.
La ‘kale borroka’ catalana quiere que los actos vandálicos como los acontecidos en octubre del 2019, principalmente en Barcelona, vuelvan a repetirse. Para ello, han comenzado a organizarse a través de grupos de Telegram mediante los cuales los más radicales siguen órdenes de los administradores de los canales cuyas ideas son claras: «No hay insurrección pacífica», tal y como puede leerse en los mensajes que difunden.
Las redes sociales han sido un componente básico a la hora de organizar las grandes concentraciones vandálicas que asolaron las calles de Barcelona el pasado año. Suelos destrozados, fuego en las calles, grandes pérdidas turísticas y materiales, además de las graves lesiones que muchos policías sufrieron durante los disturbios, fueron el resultado de protestas masivas y perfectamente estructuradas. El separatismo más radical pretende replicar esas imágenes pronto y por ello ha comenzado a caldear el ambiente a través de mensajes donde se asegura que la intención es volver a «cerrar el aeropuerto, la autopista AP7 y el puerto de Barcelona».
Ahora, los vándalos pretenden dar un paso más y que estos cortes se alarguen durante varias semanas. «Que envíen policías o al Ejército o a quién quieran», añaden. A través de estos actos pretenden que Cataluña quede completamente aislada y detener la economía y actividad de la región y del resto del país.
«No hay insurrección pacífica, compañeraos. Sólo habrá violencia para defender la democracia, la libertad, los derechos y la vida. España no entiende ningún lenguaje más. ¿Empezamos?», plantean desde un grupo llamado ‘Urquinaona. Lo volveremos a hacer’.
Pero este no es el único canal que incita a la violencia. A través de otra cuenta denominada ‘Escamots de doc’ (Guerrillas de fuego) han querido aprovechar el tirón de las protestas estadounidenses contra el asesinado a manos de un policía de un ciudadano negro. De esta manera han difundido imágenes en las que aparece una comisaría en Minneapolis completamente cubierta por las llamas. Junto a las fotografías un mensaje directo: «¿Cuándo veremos la comisaría de Vía Layetana así? «, se preguntan sobre la Jefatura Superior de Policía situada en la nombrada vía y cuya desembocadura acaba precisamente en la Plaza Urquinaona. «Así todas las fuerzas de ocupación, Mossos, Brimo y Arro», añaden haciendo referencia a todos los cuerpos policiales.
Es precisamente este punto, la Jefatura, uno de los más odiados por los separatistas que aprovechan sus frecuentes manifestaciones para pasar frente al edificio y vejar a los agentes con insultos y amenazas.
‘Batalla de Urquinaona’
La Wikipedia catalana, la ‘Viquipèdia’, ha incluido entre sus términos el de ‘Batalla de Urquinaona’ refiriéndose así a los disturbios en Barcelona como si de un episodio bélico se tratase.
«La Batalla de Urquinaona fue un enfrentamiento violento entre agentes antidisturbios -del Cuerpo Nacional de Policía de España y del cuerpo de Mossos d’Esquadra- y miles de manifestantes catalanes violentos y radicales, la mayoría independentistas, por el control de la Plaza de Urquinaona de la ciudad de Barcelona la tarde del 18 de octubre del 2019», relata el artículo.
La ‘Viquipèdia’ es un apartado de la propia Wikipedia que incluye términos propios en catalán pero que parte de la famosa web de consultas.
La página relata lo ocurrido de tal manera que parece una batalla de una guerra. A pesar de que los disturbios fueron realmente violentos, la ‘Viquipèdia’ da un paso más y los califica como un intento de conquista de la plaza del centro de Barcelona.
Además, informa de que «el evento tuvo lugar durante la semana de las protestas contra la sentencia del juicio al proceso independentista catalán y fue la culminación de un ciclo de cinco días marcado por la violencia policial y graves disturbios en toda Cataluña desencadenados por la publicación de la propia sentencia el lunes 14 de octubre».
En otro de sus apartados, se resumen las «consecuencias de la batalla»: «La noche del viernes 18 de octubre terminó con 83 detenciones: 54 efectuadas por parte de los Mossos, 26 por parte de la Policía Nacional y tres por parte de la policía local».
También se recuerda que «el viernes se quemaron 300 contenedores, que junto a los dañados a lo largo de la semana ascendían a una cifra total de un millar».
Este concepto bélico es precisamente el que quieren volver a repetir los grupos organizados de separatistas que asediaron la ciudad durante días sin preocuparse de haber preocupado enormes pérdidas económicas a Barcelona.