Claves de la alimentación del bebé en su primer año de vida
Como ya hemos indicado en más de una ocasión, se hace vital que los padres vigilen la dieta que siguen sus hijos. ¿Por qué? Porque es la manera de que, entre otras cosas, puedan crecer sanos y fuertes. De ahí que, después de darte a conocer productos que están prohibidos que los tomen antes de los 2 años, ahora queremos ayudarte más. Así, a continuación, te indicaremos cuáles son las claves de la alimentación del bebé en su primer año de vida.
Toma nota en pro de tu pequeño:
¿Por qué es tan importante la alimentación en estos 12 meses?
Lo que comemos influye, como hemos mencionado, en nuestra salud y eso es precisamente lo que sucede con los más pequeños de la casa. De ahí que por eso sea vital que se vigile su alimentación, pero también porque, en este primer año de vida, lo que ingieran les ayudará a crecer al ritmo adecuado.
Es crucial para su desarrollo en todos los sentidos la alimentación de ese periodo de tiempo que estará marcado por la leche materna, en la mayoría de los casos, y por el descubrimiento progresivo de nuevos sabores y texturas.
Fases de la dieta en el primer año
Tres podemos exponer que son las etapas en las que se divide este primer año en lo que a alimentación se refiere:
- Periodo lácteo. Los cuatro o seis primeros meses, según cada caso, son durante los cuales se alimentará exclusivamente de leche materna o bien de fórmula, si la madre presenta algún problema que le impide producir ese alimento. Podemos decir que a la nada de venir al mundo, el bebé ya desarrolla su capacidad de succionar para poder alimentarse convenientemente.
- Periodo de transición o destete. En esta segunda fase que tiene lugar a partir, por regla general, del medio año de vida es cuando hay que comenzar a introducir en la dieta del bebé otros productos. Se debe realizar siguiendo las indicaciones del pediatra y eso permitirá que vaya descubriendo nuevos alimentos, sabores y texturas. De la misma manera, aprenderá a ir habituándose a la cuchara.
- Periodo de maduración digestiva. Esta es la etapa final del primer año de vida en cuanto a alimentación del niño se refiere. Durante la misma se van a ir desarrollando convenientemente las capacidades digestivas del menor y conseguirá disfrutar de otros productos, además de la leche materna.
Alimentos que se pueden introducir a partir del sexto mes
A partir del medio año de vida del bebé, fundamentalmente, es cuando tiene lugar la llamada alimentación complementaria. Gracias a la misma el pequeño aprende a saborear otros productos, además de la leche que ha sido su principal sustento hasta ese momento.
Eso sí, es fundamental que los padres sigan las indicaciones del doctor para ir introduciéndole de manera progresiva los nuevos alimentos. En concreto, se establecen estas pautas generales:
- Se puede comenzar con las papillas de frutas, cada una de las cuales puede venir a sustituir a una toma. Lo ideal es que estén preparadas con variedades como la manzana, la pera o el plátano, la naranja…y que se dejen de lado otras que pueden traer consigo alergias como el melocotón.
- Los cereales también se encuentran entre los primeros nuevos alimentos que se pueden comenzar a dar a los pequeños en esta citada fase. Los primeros tienen que ser sin gluten y luego ya, en torno al octavo mes de vida, mezclarlos con los “normales”.
- A los seis meses también se puede empezar a introducir en la dieta del bebé lo que son las verduras e incluso las patatas. Con respecto a las verduras, es recomendable evitar al principio que tomen las que producen muchos gases, como la coliflor. Lo ideal es apostar comenzando por las judías verdes o el calabacín.
- Al séptimo mes de vida ya puede optar por permitirle que descubra la carne, en concreto la de pollo, y al noveno se hará lo propio con el pescado. En este último caso hay que empezar por variedades blancas, como sería el caso de la merluza, el bacalao o el mero.
- Al octavo mes es cuando se apuesta por introducir en su alimentación lo que son los lácteos y hasta el décimo nada de darle huevos. Eso sí, los huevos jamás se le darán crudos y hay que empezar por únicamente ofrecerle las yemas para, poco a poco, ir dándoselos por completo.
Otros datos de interés
Además de todo lo expuesto, podemos señalar que será a partir del primer año de vida, cuando al niño ya se le pueden incluir más variedades de alimentos. Nos estamos refiriendo en concreto a las legumbres, a la leche de vaca e incluso a otros que contienen azúcares, como sería el caso del chocolate.
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