La alimentación complementaria, cambio crucial a los seis meses
Uno de los cambios más importantes que experimentan los bebés en sus primeros años de vida tiene lugar cuando cumplen seis meses. Y es que en ese instante es cuando dejan de tomar la leche materna como único nutriente y comienza lo que se da en llamar alimentación complementaria, es decir, la ingesta de otra serie de productos que les resultarán beneficiosos a sus organismos y que favorecerán el crecimiento.
Ante ese nuevo reto es importante que los padres tengan mucha paciencia, que templen sus nervios y que no pierdan la calma fácilmente. Es necesario que sean conscientes de que cada niño requiere un tiempo para acostumbrarse a nuevos sabores y texturas, y hasta que lo consiga puede mostrar su rechazo a la comida mediante llantos, pataletas e incluso tirando el plato al suelo. Sin embargo, al final lo conseguirá, se habituará a otros alimentos que no son la leche y comenzará así a “ser mayor”.
Si tú te enfrentas ahora a ese cambio, es importante que tengas toda la información relativa a la alimentación complementaria. Sólo de esta manera podrás conseguir que esa transición sea lo más llevadera y rápida posible para todos. Por eso, a continuación, te ponemos al alcance de la mano tanto consejos como la lista de los productos que es aconsejable que incluyas en la dieta de tu hijo.
Recomendaciones
Si tener paciencia y estar calmados es uno de los consejos básicos que tienen que seguir los papás a la hora de hacerle frente a este proceso que nos ocupa, también es importante que lleven a rajatabla estos otros:
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Es fundamental que el momento de la comida sea en familia y sin distracciones como la televisión. ¿Por qué? Porque se creará un ambiente acogedor, que permitirá no sólo disfrutar de la compañía de los seres queridos sino que también transmitirá paz. Y esta es clave para que tanto el niño como sus padres estén tranquilos y no se pongan nerviosos, lo que facilitará que uno se anime a probar los alimentos y los otros puedan afrontar mejor cualquier rechazo de la comida de su hijo.
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No menos importante es que los adultos deben darle ejemplo a los pequeños. Con esto nos referimos a que si ven a sus papás tomar un producto determinado, también lo harán por imitación.
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Por supuesto, es fundamental tener claro que si el bebé de seis meses se niega a tomar un alimento en cuestión nunca hay que obligarlo a que lo coma. ¿Por qué? Porque eso supondrá que lo rechace aún más.
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De la misma forma, otro consejo vital para conseguir que el proceso de la alimentación complementaria transcurra de manera normal y sin traumas, es que a la hora de la comida o la cena jamás se presione al pequeño para que coma rápido. El hecho de que esté descubriendo nuevos sabores y texturas requiere que se tome su tiempo para observarlos, olerlos y paladearlos.
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A todas estas recomendaciones hay que sumar una más: se hace necesario establecer rutinas. Con esto nos estamos refiriendo a que los pediatras aconsejan que es imprescindible que en casa se determinen unos horarios para sentarse a la mesa. De esta forma, los niños aprenderán a diferenciar cuándo es el momento de comer y cuándo el de jugar o el de dormir, lo que contribuirá a que estén preparados y receptivos para descubrir una nueva receta.
Alimentos iniciales
Si importante es tener en cuenta todos los consejos dados anteriormente, es también igualmente fundamental que los padres tengan claros cuáles son los alimentos sólidos que pueden comenzar a darles a sus bebés de seis meses. En este caso, lo habitual es que el propio pediatra les brinde una lista con los productos recomendados.
No obstante, si el tuyo no te ha dado esa información o tienes dudas, a continuación te los enumeramos:
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Fruta. Lo habitual es que la fase de la alimentación complementaria se comience dándole al niño purés de fruta, porque no sólo son productos más suaves y agradables de sabor sino también porque producen menos alergias. En concreto, las propuestas más recomendadas son la manzana, el plátano y la pera.
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Verduras y hortalizas. En este caso, lo recomendable es optar por el calabacín o la calabaza, a ser posible en papillas donde se combinen, por ejemplo, con la patata.
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Pescado. Está totalmente prohibido que antes de los dos años los pequeños coman el llamado pescado azul, porque es demasiado graso. De ahí que lo mejor sea optar por el blanco, como es la merluza o el lenguado.
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Carne. El pollo y la ternera son las dos variedades que se recomienda que el bebé de seis meses empiece a ingerir. Una buena alternativa es prepararlas en puré y con verduras.
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Cereales, que ejercen un papel fundamental dentro de los inicios de la alimentación complementaria. Son unos de los productos básicos que tienen que estar presentes en el cambio y se hace necesario que sean sin gluten, para evitar posibles alergias.
Siguiendo todas estas recomendaciones, lograrás el éxito esperado.