Jardinería

El sencillo truco de los expertos para evitar que se quemen las hojas de las plantas en verano

Quemen las hojas de las plantas
Hojas marchitadas. Foto: Freepik.

Durante los meses más cálidos, es habitual que la salud de las plantas se resienta. El calor intenso y los cambios bruscos en el ambiente generan un desgaste visible en el follaje. En este marco, una de las señales más comunes que se quemen las hojas de las plantas. La explicación suele estar relacionada con factores ambientales, hídricos o de exposición solar.

Identificar la causa resulta imprescindible para establecer la solución adecuada. En este contexto, los expertos han destacado un truco sencillo que ayuda a prevenir estas quemaduras foliares sin necesidad de recurrir a tratamientos costosos.

¿Cuál es el truco de los expertos para evitar que se quemen las hojas de las plantas?

La técnica más eficaz para evitar que se quemen las hojas de las plantas consiste en ajustar el riego según las necesidades de cada especie y combinarlo con un adecuado control de la humedad ambiental.

Los especialistas recomiendan emplear sistemas de autorriego natural o programar riegos frecuentes pero moderados, evitando tanto los encharcamientos como la sequedad extrema.

A este consejo se suma la importancia de crear microclimas húmedos. Agrupar varias macetas, pulverizar agua en el ambiente o utilizar humidificadores son prácticas que aumentan la humedad relativa y reducen la evaporación. Con ello, las plantas soportan mejor el calor y el riesgo de que sus hojas se deterioren disminuye notablemente.

Factores que intensifican el daño en las hojas

Existen diferentes elementos que agravan la situación y que conviene tener en cuenta:

  • Exposición solar directa: muchas especies de interior no toleran la luz intensa. Colocarlas junto a ventanas sin protección provoca que se quemen las hojas de las plantas.
  • Sequía o heladas: tanto la falta de riego en verano como el exceso de frío en invierno generan puntas secas.
  • Sustrato inadecuado: cuando está muy compacto o carece de buen drenaje, las raíces no absorben el agua disponible.
  • Plagas y enfermedades: aunque menos frecuente, la presencia de hongos o insectos también puede manifestarse en forma de hojas dañadas.

Estos factores actúan en conjunto y favorecen el estrés vegetal. Identificarlos a tiempo permite aplicar medidas correctivas antes de que el daño sea irreversible.

¿Por qué se quemen las hojas de las plantas en verano?

El fenómeno de las hojas quemadas se asocia principalmente al estrés hídrico. Este se produce tanto por la falta como por el exceso de agua.

Cuando no hay suficiente riego, la savia no circula correctamente, lo que provoca deshidratación celular. En cambio, cuando el agua es excesiva, las raíces se asfixian y la planta no logra absorber nutrientes esenciales.

Además del riego, la humedad ambiental desempeña un papel clave. Ambientes interiores con aire acondicionado o calefacción resecan el aire y aceleran la transpiración.

Como resultado, las hojas pierden agua más rápido de lo que pueden reponerla. El exceso de sol directo, los sustratos compactados o con mal drenaje, y las corrientes de aire intensas son también factores que contribuyen a que se quemen las hojas de las plantas.

Cómo prevenir que se quemen las hojas de las plantas

La prevención se basa en una serie de pasos sencillos que reducen el riesgo de daños:

  • Asegurar un riego equilibrado, evitando tanto el exceso como la falta de agua.
  • Revisar periódicamente el estado del sustrato y trasplantar si está demasiado compacto.
  • Proteger las plantas del sol intenso en las horas centrales del día.
  • Incorporar materia orgánica, como humus de lombriz, para mejorar la calidad del suelo.
  • Favorecer la ventilación controlada, sin exponerlas a corrientes de aire fuertes.

Al aplicar estas medidas, las plantas desarrollan una mayor resistencia frente al calor y se evita que se quemen las hojas de las plantas de manera recurrente.

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