El gobierno socialista de Mallorca paga 1,8 millones al RCD Mallorca y estudiará ahora si es rentable

Tras rubricar la semana pasada el desembolso de 1,8 millones de euros al RCD Mallorca SAD por el patrocinio del Estadio de Son Moix que pasará a denominarse cuando se retome a final de mes La Liga, Estadi Mallorca Son Moix, el gobierno socialista del Consell de Mallorca liderado por Catalina Cladera en coalición con independentistas de Més y Podemos, encarga ahora una vez realizado el pago millonario al club propiedad del estadounidense, Robert Sarver, un estudio para conocer la utilidad de este acuerdo, y si lo desembolsado se ajusta a mercado, y es rentable, o no.

Una operación fuera de toda lógica en su materialización ya que esta contratación para el asesoramiento sobre el precio de mercado de los derechos de patrocinio publicitarios con la entidad mallorquinista, tendría que haberse realizado antes de la firma del acuerdo, y después, haber efectuado el gasto de dinero público, a un precio acorde con el resultado de ese estudio.

Pero dado el difuso concepto que los socialistas tienen sobre el dinero del contribuyente, primero han pagado, y ahora, la dirección insular de deportes presidida por el conseller de Transición, Turismo y Deportes del Consell de Mallorca, Andreu Serra (PSIB-PSOE), acaba de encargar a una empresa externa que bendiga la bondad del patrocinio.

En concreto, tendrá que encargarse del estudio del precio de mercado de los derechos de patrocinio publicitario, y el valor de retorno de las acciones publicitarias que realizará el RCD Mallorca, en el marco del contrato privado de patrocinio deportivo firmado el pasado día dos de diciembre.

Una investigación de mercadotecnia que deberá contemplar el valor del retorno publicitario de las acciones realmente efectuadas, entre las que se citan, el derecho de denominación del recinto deportivo, el impacto de la publicidad dinámica televisiva, la aparición del logotipo corporativo junto al resto de patrocinadores que aparecen en las ruedas de prensa y ronda de entrevistas a los jugadores, si figura el mismo en el banner oficial del club, un largo etcétera de acciones a valorar.

El contrato para este estudio una vez adjudicado tendrá una vigencia hasta agosto del próximo año, pero su encargo por el conseller socialista Andreu Serra, no viene sino a ahondar la polémica por este desembolso millonario en las arcas de una entidad privada con ánimo de lucro, que ya originó una notable crisis política entre los socios de gobierno por la oposición de independentistas de Més y Podemos, si bien la cosa no fue a mayores.

También desde la oposición el PP fue muy crítico la semana pasada con este acuerdo, y su portavoz en el Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, denunció tras la firma del mismo, que la presidenta socialista del Consell de Mallorca, Catalina Cladera, «había vuelto a reírse de los mallorquines, del mallorquinismo y también de sus socios».

«Después de haber vuelto atrás el acuerdo de promoción turística, Cladera paga 1,8 millones para que Son Moix se llame Son Moix y añadir Mallorca al campo del Mallorca. Si no fuera porque es con el dinero de todos, sería cómico», criticó Galmés.

A su vez el PP recordó «los meses de espectáculo, crisis y plenos deprisa y corriendo, para un acuerdo que aunque no pone en entredicho que el campo reciba el nombre de Son Moix porque es el nombre original y más popular, si que pone en duda de que para eso se tengan que pagar 1,8 millones de euros de todos los mallorquines».