Urología

Vejiga hiperactiva: cómo identificarla y a quién afecta

El diagnóstico implica una combinación de análisis de orina, exámenes físicos, ecografías vesicales y otras pruebas

Cambios en el estilo de vida pueden ayudar a hacerle frente

vejiga hiperactiva
La vejiga hiperactiva es más común en mujeres que en hombres.

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La vejiga hiperactiva (VH) es un trastorno común y significativo del tracto urinario inferior, caracterizado por una fuerte necesidad de orinar. Con frecuencia presenta síntomas como aumento de la frecuencia urinaria, nicturia e incontinencia de urgencia, y se presenta en ausencia de infecciones del tracto urinario u otras patologías identificables, como se documenta en un estudio de la «Revista Internacional de Uroginecología».

La patogenia de la VH es multifacética e involucra la hiperactividad del músculo detrusor y la desregulación del sistema nervioso central. Los cambios en el estilo de vida moderno, como el aumento del estrés y los hábitos sedentarios, han contribuido al aumento de su prevalencia lo que supone una carga creciente tanto para la salud individual como para los sistemas de atención médica.

La VH deteriora significativamente la calidad de vida (CV) de los pacientes e impone cargas económicas sustanciales. Como se documenta en un Global Report de 2020, la prevalencia total de esta dolencia en ocho países principales (EE.UU, cinco naciones europeas (Francia, Alemania, Italia, España y el Reino Unido), Japón y China) fue de aproximadamente 363 millones de casos.

Se espera que esta cifra aumente a 401,6 millones para 2030. Esta afección representa un importante problema de salud pública, que afecta a una de cada siete mujeres y a una proporción comparable de hombres en los EEUU. Más allá de las cargas personales e individuales que impone, contribuye a importantes gastos sociales anuales, lo que subraya la necesidad imperiosa de contar con estrategias de tratamiento eficaces.

Síntomas

Algunos ejemplos de estos síntomas son:

  • Frecuencia urinaria: la persona orina más de ocho veces al día.
  • Nicturia: no se puede dormir toda la noche sin despertarse para orinar, generalmente una o dos veces.
  • Urgencia urinaria: el paciente experimenta una necesidad repentina e incontrolable de orinar.
  • Incontinencia de urgencia: la persona tiene pérdidas de orina cuando siente la necesidad de orinar.

Los afectados a menudo sienten que no pueden vaciar la vejiga por completo. Pueden ir al baño y sentir la necesidad de volver a orinar poco después. Los médicos dividen la vejiga hiperactiva en dos tipos según sus síntomas. El primer tipo es la vejiga hiperactiva seca y húmeda. Según el Hospital Cedars-Sinai de EE. UU se estima que dos tercios de las personas con vejiga hiperactiva tienen la variedad seca.

Factores de riesgo

Tal y como documenta Medical News Today, algunos pacientes pueden aparentar que sus síntomas son parte natural del envejecimiento. Sin embargo, el envejecimiento no es el único factor de riesgo que podría aumentar el riesgo de padecerla. Otros incluyen:

  • Daño nervioso debido a antecedentes de cirugía.
  • Traumatismo en la parte superior del cuerpo o la pelvis que daña la vejiga.
    Hipertensión, una afección conocida como hidrocefalia normotensiva, causa de demencia
  • Infección del tracto urinario.
  • Antecedentes de cáncer de vejiga o próstata, de cálculos vesicales, de afecciones que afectan la función neurológica, como Esclerosis Múltiple (EM), enfermedad de Parkinson o accidente cerebrovascular.
  • La menopausia.
  • Consumir una dieta rica en alimentos que vuelven la vejiga sea más irritable o propensa a la hiperactividad.

Algunos ejemplos de alimentos que pueden provocar hiperactividad vesical incluyen la cafeína, el alcohol y las comidas picantes.

Un médico puede utilizar varias pruebas para diagnosticar la causa de los síntomas de VA. También podría derivarle a un urólogo (un especialista que trata afecciones del tracto urinario), como análisis de orina, examen físico o, ecografía para medir la cantidad de orina que queda en la vejiga después de orinar, la prueba urodinámica, o cistoscopia.

Tratamiento

  • Existen varios tratamientos disponibles para ayudarle a controlar los síntomas.
  • Fisioterapia del suelo pélvico.
  • Medicamentos.
  • Toxina botulínica.
  • Estimulación percutánea del nervio tibial.
  • Cirugía.

Estilo de vida

Se sabe que algunos alimentos y bebidas contribuyen a la irritación de la vejiga. Por lo tanto, hacer cambios en el estilo de vida puede ayudar a reducir la probabilidad de experimentar síntomas de vejiga hiperactiva. Limitar el consumo de alcohol y cafeína, así como dejar de fumar, pueden ser cambios de estilo de vida recomendables. Otros ejemplos de medidas a tomar incluyen:

  • Mantener un peso saludable. El sobrepeso puede ejercer demasiada presión sobre la vejiga.
  • Aumentar el consumo de fibra, lo que puede reducir el riesgo de estreñimiento y, con ello, la probabilidad de presentar síntomas de vejiga hiperactiva.
  • Ajustar la ingesta de líquidos para que la persona no beba tanto líquido por la noche. Esto ayuda a disminuir la probabilidad de despertarse durante la noche con la necesidad de orinar.

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