Los siete mitos más comunes que desmonta la ciencia sobre la dieta cetogénica
Aunque su popularidad ha crecido recientemente, la dieta cetogénica no es nueva y fue desarrollada en la década de 1920 como tratamiento para la epilepsia infantil resistente a fármacos

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La dieta cetogénica (o keto) ha ganado gran popularidad en los últimos años por sus efectos sobre la pérdida de peso, el control glucémico y otras mejoras metabólicas. Se basa en la reducción drástica de carbohidratos y el aumento de la ingesta de grasas, llevando al cuerpo a un estado metabólico llamado cetosis.
Sin embargo, junto a su auge también han proliferado numerosos mitos que pueden confundir al público general. A continuación, se desmontan algunos de los más frecuentes, basándose en evidencias científicas y fuentes oficiales de salud.
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- La dieta cetogénica es sólo una moda pasajera
Aunque su popularidad ha crecido recientemente, la dieta cetogénica no es nueva. Fue desarrollada en la década de 1920 como tratamiento para la epilepsia infantil resistente a fármacos. Numerosos estudios han demostrado su utilidad no sólo en Neurología, sino también en contextos metabólicos.
En el artículo ‘Manejo clínico óptimo de niños que reciben la dieta cetogénica: Recomendaciones del Grupo Internacional de Estudio de la Dieta Cetogénica’, liderado por Eric H. Kossoff EH, y publicado en Epilepsia, se respalda el uso terapéutico de la dieta cetogénica en epilepsia refractaria, demostrando que su origen no está ligado a una moda reciente sino a aplicaciones clínicas sólidas.
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- Comer muchas grasas en ‘keto’ daña el corazón
La dieta cetogénica es rica en grasas, pero el tipo de grasa consumida es clave. Cuando se lleva correctamente, dando prioridad a grasas saludables (aguacate, frutos secos, aceite de oliva), no sólo no aumenta el riesgo cardiovascular, sino que puede mejorar el perfil lipídico.
En este sentido, en un metaanálisis titulado ‘Dieta cetogénica muy baja en carbohidratos versus dieta baja en grasas para la pérdida de peso a largo plazo: un metanálisis de ensayos controlados aleatorios’ se concluyó que las dietas cetogénicas pueden reducir triglicéridos y aumentar el colesterol HDL -el ‘bueno’ sin afectar negativamente la salud cardiovascular cuando se aplican correctamente.
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- La dieta cetogénica provoca cetosis peligrosa o cetoacidosis
La cetosis nutricional inducida por la dieta cetogénica es un estado fisiológico seguro y controlado, diferente de la cetoacidosis diabética, que es una condición médica grave y requiere atención urgente.
En este estudio publicado en ‘European Journal of Clinical Nutrition’ bajo el título ‘Más allá de la pérdida de peso: revisión de los usos terapéuticos de las dietas muy bajas en carbohidratos (cetogénicas)’ se explican las diferencias clave entre cetosis nutricional y cetoacidosis, desmintiendo la idea de que la dieta keto conduce a una situación peligrosa en personas sanas.
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- La dieta cetogénica causa pérdida de masa muscular
Se suele pensar que al restringir carbohidratos el cuerpo cataboliza músculo, pero una dieta cetogénica adecuada, rica en proteínas y combinada con ejercicio, puede preservar e incluso favorecer la masa muscular.
Mediante el estudio aleatorizado ‘Efectos de una dieta cetogénica baja en carbohidratos y alta en grasas, restringida en calorías, frente a una dieta no cetogénica, sobre la fuerza, la composición corporal y el perfil hormonal y lipídico en hombres entrenados de mediana edad’ se comparó una dieta cetogénica con una dieta occidental tradicional de grasas y carbohidratos (iso-energética) y ambos grupos de hombres ganaron masa muscular, pero el grupo cetogénico perdió más grasa corporal sin comprometer fuerza ni masa magra. Esto refuta directamente el mito de que la dieta keto favorece la pérdida muscular.
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- La dieta cetogénica produce fatiga crónica o brain fog permanente
Es común experimentar fatiga transitoria durante los primeros días (‘keto flu’), pero a medio plazo, muchos estudios describen mejoras en la claridad mental, la energía y la concentración.
‘Trayectorias antropométricas y cumplimiento dietético durante un programa cetogénico personalizado’ es un trabajo en el que sus autores resaltan que la dieta cetogénica puede mejorar la función cognitiva y energía, especialmente en personas con Alzheimer o deterioro cognitivo leve.
Aunque mediante un estudio de 3 semanas publicado en ‘The American Journal of Clinical Nutrition’ se notó ausencia de deterioro cognitivo, no evaluó mejoras pero tampoco efectos adversos: «Los resultados de nuestro estudio aleatorizado, cruzado y controlado sugieren que 3 semanas de cetosis nutricional sostenida no tuvieron ningún efecto sobre el rendimiento cognitivo, el estado de ánimo o la calidad subjetiva del sueño en una muestra de individuos sanos», concluyeron los autores.
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- La dieta cetogénica daña los riñones por el alto consumo de proteínas
Aunque las dietas hiperproteicas pueden preocupar a personas con enfermedad renal previa, la dieta cetogénica no es necesariamente rica en proteínas, sino alta en grasas. Además, no se ha demostrado daño renal en personas sanas.
Por ejemplo, un meta‑análisis en personas sin enfermedad renal muestra que la dieta baja en carbohidratos mejora o mantiene el eGFR (filtración glomerular), sin efectos adversos. Otras revisiones indican que, incluso con mayor ingesta proteica, no se ha demostrado daño renal en individuos sanos, aunque existen llamamientos a la cautela en enfermedad renal crítica.
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- La dieta cetogénica no es sostenible a largo plazo
Si bien puede ser restrictiva, algunos estudios muestran que muchas personas pueden mantenerla durante meses o incluso años, especialmente cuando está bien planificada y personalizada.
Concretamente, en ensayos controlados a 12 meses, tanto la dieta cetogénica como otras bajas en carbohidratos demostraron mejor adherencia y satisfacción que las dietas bajas en grasas. Y una revisión reciente sobre adherencia a dietas keto/Mediterráneas resalta que, aunque hay desafíos de continuidad, una planificación adecuada permite mantener resultados y masa magra a lo largo de un año.
En su revisión sobre dietas bajas en carbohidratos, Harvard destaca que una dieta cetogénica bien formulada puede ser segura y efectiva a corto plazo para perder peso y controlar la glucosa, aunque recomienda precaución en su seguimiento a largo plazo y supervisión médica.
La dieta cetogénica, en definitiva, no está exenta de controversia, pero muchos de los mitos que circulan a su alrededor no tienen respaldo científico. Es clave informarse con rigor y, si se considera seguir esta dieta, hacerlo bajo supervisión profesional, especialmente en personas con patologías previas.
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