Rafael Gómez y Blasco: «Hay compuestos en cosméticos y textiles capaces de alterar nuestro sistema endocrino»

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«Hay compuestos en los alimentos, cosméticos, textiles y plásticos capaces de alterar nuestro sistema endocrino»; lo afirma con contundencia el prestigioso endocrino Rafael Gómez y Blasco, referente internacional y creador de la dieta FAFO, avalada por la Sociedad Española de Endocrinología y la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad. Denuncia que hasta diciembre de 2024, las latas contenían bisfenol en su recubrimiento interior en dosis mínimas, capaces de alterar el sistema endocrino, provocando infertilidad tanto en hombres como en mujeres, ovarios poliquísticos, diabetes e incluso cáncer.
En esta entrevista, Rafael Gómez y Blasco desmonta mitos y habla con una claridad poco frecuente. Defiende comenzar el día con proteína acompañada de algún hidrato; reconoce los beneficios del ayuno intermitente, pero advierte: de doce horas y en días alternos. Y sólo alguna vez de 13 horas. Nunca más. Recuerda que las legumbres son el mejor medicamento, critica a los supuestos expertos en dietética de las redes sociales que «dicen verdaderas sandeces» y denuncia que algunos médicos y nutricionistas reciben comisiones por prescribir suplementos de marcas concretas. Él se niega: apuesta por una medicina honesta, realista y ajustada a la economía del paciente.
Rafael Gómez y Blasco también se pronuncia contra el uso indiscriminado de estrógenos en la menopausia, salvo en los pocos casos de mujeres jóvenes con menopausia precoz y con un seguimiento muy detallado, porque «unque mejoran la situación de vida, pueden activar células cancerígenas». Lo mismo advierte respecto a la testosterona.
Sobre los fármacos de moda, es tajante: alerta de los peligros del Ozempic cuando lo toma una persona sin diabetes sólo para adelgazar, recordando que debe ser valorado siempre por un médico en base a la historia clínica completa del paciente.
Y al mismo tiempo reivindica la metformina como «el mejor medicamento del siglo XXI». Durante años fue demonizada por un error en estudios estadounidenses, pero hoy sabemos que disminuye la resistencia a la insulina, contribuye a la pérdida de peso, previene cánceres de mama, útero, ovario, cuello de útero, colon y próstata, trata el síndrome metabólico y es, en sus palabras, «el único elixir de la eterna juventud, bien prescrito y con los cuidados adecuados».
El doctor tampoco tiene reparos en denunciar modas sin base científica, como la tendencia de añadir sales al agua, que califica como «otra venta al por menor de payasadas».
Finalmente, hablamos de su gran proyecto: la dieta FAFO (Flexible and Friendly for the Overweight), un plan flexible, mediterráneo, económico y personalizado que permite seguir disfrutando de platos tradicionales como cocidos o guisos, mientras se pierden entre medio y un kilo por semana. Su enfoque integra psicólogos, antropólogos, nutricionistas y endocrinos para adaptarse a la vida real de los pacientes, con mejoras notables en glucemia, triglicéridos, tensión arterial, sueño y bienestar emocional.
Una conversación imprescindible para entender qué nos enferma, qué nos protege y cómo diferenciar la ciencia de la charlatanería en un mundo saturado de promesas fáciles y mensajes contradictorios.