Memoria y Tercera Edad

¿Por qué hay personas que no envejecen? La clave está en los ‘superancianos’

Las células cerebrales de los 'súperancianos' son más grandes que las de las personas 20 o 30 años más jóvenes que ellos

La epigenética puede cambiar nuestro destino genético y el de nuestros hijos

envejecimiento
La búsqueda de la 'eterna juventud' se remonta a tiempos inmemoriales, pues siempre ha sido uno de los objetivos del ser humano.

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La búsqueda de la ‘eterna juventud’ se remonta a tiempos inmemoriales, pues siempre ha sido uno de los objetivos del ser humano. La medicina moderna ha contribuido a que la esperanza de vida sea mucho mayor, alcanzando una media de 83,3 años en España. Pero, por norma general, esa longevidad viene acompañada de un gran deterioro físico y cognitivo. Sin embargo, hay personas cuyas mentes y cuerpos desafían a la naturaleza, cuyas células y neuronas se mantienen entre 20 y 30 años más jóvenes que la media de personas de su edad.

Un estudio publicado en la revista The Journal of Neuroscience recientemente, ha proporcionado nuevos conocimientos sobre los mecanismos moleculares y celulares que pueden estar involucrados en el proceso de envejecimiento inevitable e irreversible. Como adelantamos anteriormente, las células cerebrales, o neuronas de la capa II del ERC, de los súperancianos son más grandes que las de las personas 20 o 30 años más jóvenes que ellos, según han demostrado los científicos por primera vez en el estudio mencionado, lo que significa que la capa II del ERC es un sustrato biológico de memoria excepcional en la vejez.

La profundización en los mecanismos genéticos de la longevidad y su manifestación en los organismos nos ha permitido centrarnos en los hábitos de vida, como pueden ser la dieta, el ejercicio o la actividad cognitiva, como factores clave que dictan un envejecimiento saludable o patológico y que pueden evitar enfermedades como la demencia o el Alzhéimer. Este fenómeno  que nos permite cambiar nuestro destino genético se llama epigenética.

ADN

Según el Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano, la epigenética es un área de investigación dedicada a cambios en el ADN que no están relacionados con cambios en la secuencia principal. Las letras en el Ácido desoxirribonucleico y las proteínas que interactúan con éste pueden sufrir modificaciones químicas que cambian la forma en que se activan y desactivan los genes. Ciertas modificaciones epigenéticas pueden pasar de la célula madre a la célula hija durante la división celular o de una generación a la siguiente. Por lo tanto, los mecanismos epigenéticos son modificaciones químicas en el ADN que se producen a consecuencia de cambios en el ambiente, ya sean físicos o cognitivos, y que pueden cambiar nuestra información genética, e incluso, puede ser hereditario para nuestros hijos. 

El objetivo principal del programa de investigación sobre el envejecimiento de la Universidad de Northwestern, es descubrir qué mantiene el cerebro en forma y cómo protegerlo contra la demencia. Este programa incluye a personas mayores de 80 años que han demostrado una memoria excepcional (dentro de los estándares establecidos por los científicos) y están dispuestas a someterse a evaluaciones y pruebas cada cierto tiempo y a donar su cerebro a la ciencia médica tras su muerte.

La investigadora principal de Northwestern, la profesora Tamar Gefen,  ha asegurado, en declaraciones a la BBC, que planeaban crear una imagen detallada de los ancianos que estudiaron para comprender mejor qué hay detrás de esos cerebros sin edad: «Necesitamos estudiar su genética, factores de estilo de vida y logros educativos (…) También necesitamos capturar su historia y narrativas personales”. “He tenido la suerte de conocer de cerca a estas personas inspiradoras tanto en la vida como en la muerte».

El descubrimiento de las superneuronas también plantea la cuestión de si podemos contribuir a su formación durante el desarrollo del sistema nervioso o en la infancia. La coincidencia de ambos hechos, el mantenimiento de hábitos sociales saludables y la existencia de neuronas excepcionales abre la puerta a cierta influencia en nuestros genes heredados a través de cambios epigenéticos.

A pesar de que el tamaño de la muestra es bastante pequeño, por la dificultad de encontrar a estos ‘súperancianos’, sí que es muy importante y revelador. Por lo tanto, se necesita más investigación para descubrir qué hace que estas neuronas sean tan grandes y estén tan bien protegidas para encontrar y desarrollar nuevos tratamientos para la demencia.

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