Dra. Comeche: «Una suplementación adecuada puede ayudar al tejido pulmonar a recuperarse más rápido»
"Los pulmones trabajan de forma continúa, hinchándose y deshinchándose unas 20.000 veces al día"
"El 10 % de los niños y adolescentes nunca llegan a tener una capacidad pulmonar normal"
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Los pulmones son el órgano más extenso del cuerpo humano: su superficie puede alcanzar los 140m², frente a los 2m² de la piel. Sin embargo, a diferencia de otros órganos, no disponen de una barrera física que los proteja del exterior. Están en contacto constante con el aire que respiramos —y con él, con contaminantes, virus y partículas dañinas— y realizan un esfuerzo continuo, expandiéndose y contrayéndose más de 6 millones de veces al año.
El deterioro de su función repercute directamente en el resto del organismo: aumenta la inflamación, acelera el envejecimiento y puede anticipar la aparición de enfermedades. OKSALUD ha entrevistado a la Dra. Lorena Comeche, jefa asociada del Servicio de Neumología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, para conocer cómo podemos cuidar nuestros pulmones desde la infancia, cómo detectar señales tempranas de envejecimiento pulmonar y qué papel puede jugar la suplementación respiratoria en la prevención.
PREGUNTA.- ¿Por qué considera que los pulmones son el órgano «más expuesto y menos protegido» del cuerpo humano?
RESPUESTA.- Los pulmones tienen una superficie aproximadamente de 140 m2 (vs a los 2 m2) de la piel. Desde el momento del nacimiento, los pulmones están expuestos continuamente al exterior y a la calidad y características del aire que respiramos, incluyendo su temperatura, humedad, etc.
Al contrario que con otros órganos como la piel, que podemos protegerla con ropa o cremas protectoras, en el caso de los pulmones están expuestos continuamente al exterior. Además, es un órgano que trabaja de forma continua: 24 horas al día: hinchándose y deshinchándose unas 20.000 veces al día. Esto da una magnitud del estrés al que está sometido.
P.- ¿A partir de qué edad deberíamos comenzar a vigilar la salud pulmonar y qué señales tempranas suelen pasarse por alto?
R.- La capacidad pulmonar va creciendo de forma progresiva desde el nacimiento y alcanza su pico máximo alrededor de los 25 años, posteriormente se produce una estabilización de 5 años y entorno a los 30 años se inicia un envejecimiento natural de los pulmones que cursa con una reducción progresiva de la capacidad pulmonar, inicialmente muy lenta y posteriormente más acelerada, dando finalmente síntomas.
En los últimos años, hemos sabido, que el 10 % de la niños y adolescentes nunca llegan a tener una capacidad pulmonar normal. Y en el otro extremo, hay personas que presentan procesos acelerados de envejecimiento pulmonar, muchas veces visibles desde los 40 años. Identificar ambas situaciones es muy importante porque si intervenimos de la forma adecuada, nuestros pulmones tienen la flexibilidad para adaptarse a nuevas condiciones y cambiar esa trayectoria anómala por la que circulaban. Esta plasticidad de los pulmones para mejorar, será mayor cuanto menor sea el daño.
Deberíamos revisar nuestra capacidad pulmonar varias veces a lo largo de nuestra vida, para comprobar un desarrollo y envejecimiento normal. Nuestra recomendación, es que la primera sea alrededor de los 6-8 años, otra entre los 12 y los 18 años, a los 25-30 años para saber que hemos alcanzado un buen pico respiratorio, y luego desde los 35 años probablemente cada 5 años.
Todo ello, por supuesto en personas sin síntomas, enfermedades, ni hábitos como el tabaco, profesiones de riesgo etc, que incrementen el riesgo de deterioro acelerado, en los que los protocolos son diferentes. Por ejemplo, un fumador de más de 50 años debería tener una revisión respiratoria probablemente anual.
P.- ¿Qué hábitos cotidianos pueden ayudarnos a mantener los pulmones más jóvenes y frenar su envejecimiento natural?
R.- Evitar la exposición a inhalantes perjudiciales, deporte regular (aeróbico y fortalecimiento), dieta variada y antinflamatoria, prevención de infecciones respiratorias, son medidas que ayudan. Pero hay una parte que escapa de nuestro control: no podemos anular por completo las infecciones o cambiar el aire que respiramos, controlar temperatura, etc, todo eso genera un estrés oxidativo sobre los tejidos pulmonares que los deteriora y envejece. Es aquí donde tiene cabida suplementación específica como Lungevity para ayudar a frenar los procesos de oxidación y neutralizar el efecto tóxico de los radicales libres sobre las células, colágeno y elastina del pulmón y de tu organismo o Biome Pro que mantiene en equilibrio tu microbioma, regula la inflamación y refuerza el sistema inmunológico de forma integral. Un tejido pulmonar más sano, hará que el aparato respiratorio funcione, envejezca mejor y sea más resistente a las agresiones externas.
P.- Ha mencionado el concepto de «edad pulmonar». ¿Cómo puede una persona conocer la suya y qué utilidad tiene este dato en prevención?
R.- Piense en sus pulmones como si tuvieran una edad biológica, que puede ser distinta a la edad cronológica. La edad pulmonar es un valor estimado que se obtiene al comparar la capacidad de sus pulmones con la de una persona promedio de la misma edad, sexo y estatura y podemos calcularla utilizando pruebas de función respiratoria.
Si tiene 40 años, pero sus pulmones funcionan como los de una persona de 60 indica que sus pulmones han envejecido más rápido de lo normal. En el extremo contrario, si tiene 25 años, pero sus pulmones funcionan como los de una persona de 20, esto indica que sus pulmones no se han desarrollado de la forma adecuada
P.- ¿Qué papel ha tenido usted en el desarrollo de Lungevity Formula y qué necesidades clínicas buscaban cubrir con esta fórmula combinada?
R.- El Dr. Echave y yo hemos colaborado con Luxmetique en la composición de esta fórmula pionera para el cuidado del aparato respiratorio. Como le decía no podemos cambiar el aire que respiramos, ni anular por completo las infecciones, pero si podemos ayudar a controlar el estrés oxidativo y deterioro que esto y el paso de los años tiene sobre los tejidos pulmonares.
Por otra parte, nosotros somos muy clínicos, vemos muchos pacientes, y hay síntomas a los que no se llega sólo con fármacos convencionales. Por ejemplo, tras una infección respiratoria se produce una reacción inflamatoria que tarda tiempo en resolverse y que puede dejar síntomas residuales que pueden ser molestos y no se resuelven por hacer otro ciclo antibiótico, por ejemplo, pero sí una suplementación adecuada puede ayudar a los tejidos a recuperarse más rápidamente de esa agresión que han sufrido.
P.- ¿Qué tipo de pacientes o perfiles cree que pueden beneficiarse más de este suplemento y en qué contextos recomienda su uso?
R.- Todas aquellas personas, preocupados por su salud pulmonar y global, que quieran mantener sus tejidos en buen estado. Aquellas personas con exposición a irritantes ambientales, tabaco, etc. y/o con patologías respiratorias como complemento a su tratamiento habitual.