Pedro Sánchez, (o ser) un cero a la izquierda
Yonqui del “¡No es No!”, se ha trasmutado en un contrabandista de contradicciones, liderando el PSOE más hipócrita, e ineficaz, de la historia. Desprecia la sabiduría de los barones y a cambio logra que socialistas en activo —Susana Díaz, Miquel Iceta, Ximo Puig y hasta Francina Armengol— le tomen por el pito del sereno. Pocos en su partido entienden sus vaivenes, según los define Alfonso Guerra, quien le recordó: “No se puede sorber y soplar al mismo tiempo”, fino modo de reunir al idiota y al irreflexivo en un único molde.
Pedro cisne Sánchez vuelve a mostrar ese bello penacho de plumas que ocultan su frágil sentido del rigor. Alentado por asesores necios, sigue flotando en el lago de la insensatez. Éste ave grande, e inútil, acorta la pena de cárcel del depredador de seres indefensos y vota en el Congreso para que sea abolida la prisión permanente revisable. El crío, o la chica, que caen en garras de psicópatas, le importan menos que demostrar que la izquierda nada contra corriente. El pájaro bobo antepone velar por los asesinos a tener que pensar en las víctimas.
Pedro cisne parece una falla, luce guapa hasta que arde. Y ya ardió por los cuatro costados, pues su maldita decisión de proteger a los exterminadores, acaba de inaugurar las rebajas de primavera en el PSOE, al entregarle un millón largo de votos a C´s y PP. Dicho promotor de ideas maquiavélicas adolece de falta de empatía, y así mutó en un cisne caníbal, aunque sólo fuera por lo torpe que es. Tal retardado también tuvo el antojo de dialogar con Puchi tras que éste proclamara una Republiqueta de cómic, a lo que, otra vez Guerra, le dio a entender a nuestro ganso que eso sería como pactar con Tejero.
Este pájaro sólo sirve como vendedor de Biblias. Basta oírle hablar para saber que miente. Mitad ególatra, mitad narciso y 100% hueco, vive del parné de la mujer, que costea la veleidad de un oportunista absurdo. Crear una España plurinacional es otra de las imbecilidades que afloraron en su intelecto. Votarle sería tirar el voto a la basura. ¿Qué hace un cisne en vías de extinción liderando el PSOE, aparte del ridículo? Supongo que meditar en el que será su eslogan de cara a las próximas generales. Algo que cuele, mitad filfa, mitad camelo, algo digno de un perdedor apoteósico.