No somos ‘autoridad del Estado’ como Begoña Gómez, pero no van a callarnos
Lejos de explicar las razones por las que la mujer del presidente del Gobierno accedió, para un viaje estrictamente privado, a la Sala de Autoridades del aeropuerto de Barajas sin ser autoridad del Estado, el Gobierno ha decidido denunciar ante la Guardia Civil la «filtración» de las imágenes de Begoña Gómez publicadas por OKDIARIO en las que aparecía a punto de embarcar en el avión que la condujo a Bristol.
También publicamos el documento de AENA en el que se especifica que el cargo utilizado por Begoña Gómez para acceder a la sala fue el de «esposa del presidente del Gobierno», junto a los datos de una «factura» endosada a «Presidencia del Gobierno». De eso, por supuesto, no dice nada el Gobierno, que se remite a una supuesta circular que dejaría sin efecto lo previsto en un decreto ley que regula el acceso a la Sala de Autoridades y que no contempla la entrada de la mujer del presidente del Gobierno, menos aún tratándose de viajes privados.
El Ejecutivo sugiere que OKDIARIO puso en peligro la seguridad de Begoña Gómez por publicar al día siguiente del vuelo unas imágenes de su estancia en el aeropuerto, argumento que se cae por su propio peso. Eso de que las imágenes «vulneran el Programa Nacional de Seguridad para la Aviación Civil establecido para la protección de las infraestructuras críticas ante actos ilícitos, vulneración parcialmente agravada por el relieve público de las personas grabadas y la presencia de personas que conforman su dispositivo de seguridad» es surrealista. Palabrería hueca para justificar su acoso a la libertad de información, retórica inflamada para tratar de esconder su aversión a la libertad de expresión. Si esa es la manera que tienen de callarnos, ya pueden esperar sentados. No seremos, como Begoña Gómez, «autoridad del Estado» pero pueden estar seguros de que no van a amedrentarnos con denuncias ante la Guardia Civil.