El marxismo corruptismo

El marxismo corruptismo

Jaume Roures es amigo de las etiquetas, quizá por ello carga con tantas. Por un lado, las que él mismo se pone. Por el otro, las que le coloca la realidad. Este comunista de grandes consejos de administración se ha definido como «trotskista», ejerce de podemita —estuvo en su universidad de verano en Cádiz— y vive como un magnate. Un hombre hecho «coherencia» que expatrió 500 millones de euros a Holanda, hábito bastante cultivado en los próceres de la demagogia. Roures se dedica a dar clases públicas de ética y moral y señala además con el dedo acusador a «buenos» y «malos» según estén de acuerdo o no con sus postulados de rancia hipocresía. Por si fueran pocos elementos en este currículo de los horrores, controla un holding de empresas audiovisuales investigado por el FBI de los Estados Unidos. Por prolífico, variado e internacional, Roures podría ser considerado el Da Vici de la opacidad en los negocios audiovisuales. 

Las evidencias son poderosas al respecto de la turbia figura del empresario catalán. OKDIARIO les está contando a lo largo de toda la semana distintas historias que ponen negro sobre blanco la verdadera cara de este millonario al que le gusta alardear de ser un impulsor de las causas justas. Roures cesó a Roger Huguet, CEO de la sociedad Imalatam S.L., un año y medio después del escándalo del pago de sobornos a directivos de la FIFA para conseguir los derechos televisivos del fútbol. Un asunto que todavía colea y que está protagonizado en la actualidad por los testigos protegidos que ayudan a la Fiscalía de Manhattan en la investigación contra la amalgama de empresas que componen el grupo de Roures. 

Una trama societaria en la que también está el diario podemita Público, a través de cuyas páginas y plataformas audiovisuales —La Tuerka— se reparte doctrina diaria de cómo vivir y cómo actuar para ser «personas de bien». La amistad de Jaume Roures con los dirigentes de Podemos define perfectamente a unos y otros. Igual que ese libelo en el que la cabeza pensante de Juan Carlos Monedero tiene una tribuna destacada y donde, en general, sus informaciones están a la altura de la credibilidad de Roures: ninguna. Esperemos que el FBI siga adelante con su trabajo riguroso y podamos saber hasta dónde se extiende la alargada figura de ese señor llamado Jaume Roures en el que capital y ‘El Capital’ son dos caras de la misma moneda.

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