Un miembro de la célula de Ripoll confesó que era «yihadista» a un amigo dos meses antes del 17-A

Driss Oukabir
Driss Oukabir alquiló con sus datos personales la furgoneta utilizada en el atropello masivo de Las Ramblas.

La presencia del imán Abdelbaki Es Satty en Ripoll no disparó las alarmas de las fuerzas de seguridad, pese a que antes había convivido con un terrorista suicida en Jaén y había estado en la cárcel por tráfico de drogas. Y tampoco nadie llamó la atención sobre el modo en el que Es Satty adoctrinó a ocho jóvenes del pueblo, a lo largo de dos años, hasta convertirlos en terroristas.

Aunque se produjeron numerosos síntomas durante las semanas previas a los atentados del 17-A. Según los testimonios que han recogidos los Mossos d’Esquadra, uno de los miembros de la célula de Ripoll, Driss Oukabir, confesó a un amigo que era un «yihadista» dos meses antes de los atentados de Las Ramblas y Cambrils. Pero su compañero decidió no denunciarlo, según ha asegurado a los Mossos, porque ni siquiera sabía lo que era un «yihadista».

A lo largo de varios meses, los Mossos han tomado declaración a numerosos jóvenes de Ripoll que mantenían amistad con los miembros de la célula de Ripoll. Estos testimonios permiten reconstruir el proceso de adoctrinamiento al que fueron sometidos, y trazar sus movimientos en las horas previas a los atentados.

Uno de estos testigos ha relatado que «uno o dos meses antes» de los atentados, Driss Oukabir se sinceró cuando ambos estaban bajo los efectos de sustancias estupefacientes y le confesó que era un «yihadista». En ese momento estaban «fumando base» en la casa de Driss, quien se enfadó y se marchó bruscamente cuando su amigo le dijo que no sabe lo que es un «yihadista».

Los Mossos inmovilizaron su coche

Los Mossos han anotado en su informe que este testigo «toma medicación propia de la esquizofrenia», pero no cuestionan su credibilidad porque los detalles que ha prestado coinciden con la declaración de otros jóvenes de Ripoll interrogados.

Por ejemplo, otros testigos han ratificado el relato que este joven ha hecho sobre un incidente registrado pocas semanas antes de los atentados: entre finales de julio y principios de agosto de 2017, un primo de Driss Oukabir que vive en Francia le visitó en Ripoll junto a otros dos amigos franceses. Ninguno de ellos era religioso («bebían alcohol, fumaban marihuana y querían fiesta») y se alojaron en un camping de Campdevànol (Gerona).

Los testigos relatan que, cuando los tres jóvenes procedentes de Francia estaban acompañados por Driss Oukabir, tuvieron un problema con los Mossos, que les identificó y retuvo su coche, que presuntamente todavía permanece inmovilizado en la Comisaría de Ripoll.

Driss Oukabir es el miembro de la célula de Ripoll que, utilizando sus propios datos de identidad, alquiló a la empresa Telefurgo la furgoneta con la que Younes Abouyaaqoub (de 22 años) atropelló a más de un centenar de personas en Las Ramblas el 17-A.

Iban a hacer «una mudanza»

Tras ver que la televisión comenzaba a difundir su nombre, vinculado a la noticia de la masacre, Driss acudió a una comisaría de los Mossos y aseguró que su hermano le había pedido que alquilara la furgoneta para realizar una mudanza. Driss Oukabir cumple actualmente prisión preventiva en la cárcel de Soto del Real.

Varios vecinos de Ripoll han coincidido en señalar que los primeros en ser captados cuando el imán Abdelbaki Es Satty llegó al pueblo fueron Youseef Aalla, Younes Abouyaaquob y Mohamd Hichamy: abandonaron las clases, «dejaron de jugar al fútbol, realizaban los rezos diarios y no saludaban a la chicas». Aunque no solían hablar de religión a sus amigos, a veces se les oía quejarse de la situación en Siria o en Palestina.

En varias ocasiones se les vio subir a la furgoneta del imán, estacionada ante el skate park del pueblo. Pero en cambio, cuando se lo cruzaban por la calle, ni le saludaban y actuaban como si no le conocieran. Habían empezado a tomar precauciones para evitar que en el pueblo le relacionaran con él.

Otro joven que reside en Ripoll tuvo una relación especialmente estrecha con Youseef Aalla (el miembro de la célula yihadista que murió en la explosión de Alcanar junto al imán), ya que en 2015 se fueron juntos a trabajar a Castellón a la recogida de la fruta.

Trabajó en Castellón recogiendo frutas

Asegura que al llegar a la ciudad alquilaron una habitación en un piso en el que había vivido antes Albelbaki Es Satty, quien había facilitado la dirección a Aalla. Este dato indica que el joven yihadista Aalla ya mantenía contacto en 2015 con el imán, cuando éste enseñaba el Corán en la «mezquita antigua» de Ripoll, de la calle Progrés, antes de trasladarse a vivir tres meses a Bélgica. El proceso de adoctrinamiento de los jóvenes podría haberse iniciado, por tanto, casi dos años antes de los atentados.

En Castellón, Aalla se relacionaba habitualmente con «dos chicos conversos», es decir, dos jóvenes españoles convertidos al Islam, cuyos datos ha recabado la Policía. Después de trabajar en Castellón durante varios meses en la recogida de la fruta, vino a buscarles con su coche Younes Abouyaaquob (que luego perpetraría el atropello masivo de Las Ramblas).

El testigo relata que en el viaje de regreso a Ripoll se detuvieron en una tienda para «comprar un Corán en castellano». Ya en Ripoll, Youseef Aalla se distanció por completo de su amigo y comenzó a frecuentar únicamente al grupo de jóvenes marroquíes que se reunían con Es Satty en la «mezquita nueva», conocida como comunidad Annour.

Otro vecino de Ripoll, de 20 años, afirma que Aalla era el más próximo al imán. Según su declaración, antes «Aalla fumaba hachís, tomaba alcohol, cocaína y otras sustancias hasta estar muy pasado», pero cambió radicalmente de costumbres y se volvió «extremadamente religioso» tras ausentarse del pueblo durante varios meses (una ausencia que podría corresponder a su viaje a Castellón).

El camino hacia Cambrils

En cambio, Houssaine Abouyaaqoub (hermano del autor del atropello de Las Ramblas) hacía una vida normal, no hablaba de religión, le gustaba escuchar rap y trabajaba en un Kebab del pueblo, en el que se reunía con sus amigos de la mezquita los viernes por la noche. Decía que le gustaría irse a vivir a Francia y a veces se marchaba a Playa de Aro o a Lloret de Mar.

Este testigo contactó por última vez con Houssaine Abouyaaqoub el mismo día de los atentados, en torno a las 3 de la tarde: hablaron por whatsapp de ir a los cars y Houssa le dijo que quería comprarse un coche. Dos horas después, en torno a las cinco de la tarde, un testigo vio a Houssaine Abouyaaqoub, Moussa Oukabir (hermano de Driss), Said Alla (hermano del joven que había fallecido horas antes en Alcanar) y los hermanos Omar y Mohamed Hichamy subirse a un Audi3.

Iniciaban el trayecto que les llevaría a Cambrils, donde esa noche fueron abatidos por los Mossos d’Esquadra, cuando intentaban perpetrar otro atropello masivo como el de Las Ramblas.

Lo último en Investigación

Últimas noticias