‘El Hijo de Hamás’, el ‘traidor’ que salvó innumerables vidas judías: «El Estado palestino es inviable»

Hijo de un fundador de Hamás, espió para Israel y se han convertido al cristianismo

Reveló una reunión secreta con Yasser Arafat donde facciones palestina aprobaron retomar los ataques suicidas

"Hamás quiere coger lo que está sembrando: hoy es Tel Aviv, pero mañana será París, Madrid, Andalucía"

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Mosab Hassan Yousef, hijo del cofundador de Hamás Sheikh Hassan Yousef.
María Ruiz
  • María Ruiz
  • Portadista. Especialista en 'breaking news' y noticias de nacional e internacional. Nací al periodismo en Abc, ayudé a fundar La Razón y viví en Las Provincias.

Dos años después de los devastadores atentados de Hamás del 7 de octubre de 2023, que dejó cerca de 1.200 muertos en Israel, miles de heridos y más de 250 rehenes, emerge como voz única y esclarecedora la figura de Mosab Hassan Yousef, hijo de un fundador de Hamás– que repudia al grupo terrorista y ha colaborado con Israel. Llegó a pedir al Estado hebreo en noviembre de 2023: «Mata a mi padre si los terroristas no liberan a los rehenes». Hoy, EEUU, Israel y Hamás negocian la paz en Gaza, pero Mosab Yousef quiere ir más allá y alerta sobre la continuidad de la ideología de Hamás de la «cultura de la muerte».

Conocido como El Hijo de Hamás por ser primogénito de uno de los siete  fundadores del grupo terrorista, Yousef ha viajado por medio mundo para expresar su rechazo a la violencia que encarna Hamás. Su historia está marcada por la traición a su linaje para ser un inestimable colaborador de Israel. El hijo del fundador de Hamás admite que este grupo asesina intencionalmente a civiles gazatíes, ya que, para ellos, los niños son «sacrificios humanos legítimos para la yihad». Abandonó el Islam, se convirtió al cristianismo y señaló a Hamás desde dentro, ayudando a Israel a detener atentados suicidas.

Mosab Hassan Yousef nació en 1978 en Ramala, Cisjordania, como el mayor de ocho hermanos en una familia emblemática del islamismo palestino. Su padre, el jeque Hassan Yousef, es uno de los cofundadores de Hamás, nacido en 1987 durante la Primera Intifada como rama de la Hermandad Musulmana egipcia.

Criado en un entorno de proclamas radicales, Mosab participó desde niño en la resistencia contra Israel: a los 10 años, por ejemplo, ya fue detenido por apedrear a colonos israelíes.

Su infancia, como él mismo describe, fue «muy turbulenta, no fue fácil, hemos pasado por momentos traumáticos, pero de todo eso podemos recuperarnos y ser más fuertes». Estar rodeado de odio desde niño le hizo crecer en una «cultura de la muerte», como él mismo la califica hoy, en la que «la violencia se romantizaba para conseguir la liberación palestina».

De militante a espía: el giro contra Hamás

Las dudas llegaron a finales de los años 90, cuando Mosab fue detenido por  los servicios secretos israelíes (Shabak). En prisión, presenció de primera mano las brutalidades de Hamás: torturas a disidentes, asesinatos internos y la maquinaria de atentados suicidas. Horrorizado, empezó a cuestionar la viabilidad de un Estado palestino bajo el mando de los terroristas: «¿Cómo se puede construir un Estado en una espiral de violencia y destrucción?».

En lugar de radicalizarse, aceptó colaborar con Israel, convirtiéndose en un agente doble bajo el alias El Príncipe Verde, por su linaje y el color verde de Hamás. Durante casi una década, Yousef, infiltrado, facilitó la detención de líderes clave de Hamás y frustró múltiples atentados terroristas. Uno de sus primeros informes fue altamente relevante: reveló una reunión secreta con Yasser Arafat, donde facciones palestinas –incluyendo a Mahmud Abbas– aprobaron retomar los ataques suicidas tras la Segunda Intifada.

«Estaba el ganador del premio Nobel de la Paz con todas las facciones palestinas. Mahmud Abbas era uno de ellos. […] La decisión de la mayoría fue volver a los atentados suicidas. Y Yaser Arafat lo aprobó. […] ¡Es una cultura de locos, es una cultura de la muerte!», dijo Yousef.

Esta traición de Mosab Yousef salvó innumerables vidas, pero lo convirtió en un paria: su padre lo desheredó, y Hamás lo condenó a muerte. En 2007, Yousef emigró a Estados Unidos, donde se convirtió al cristianismo, renegando del islamismo radical, y publicó su autobiografía, Son of Hamas (2009), que inspiró el documental The Green Prince (2014), nominado al Oscar. Hoy, vive bajo protección, impartiendo conferencias globales contra el extremismo.

Nadav Schirman, Gonen Ben Itzhak, y Mosab Hassan Yousef en el Festival de Sundance de 2014. (Getty)

Críticas a Hamás y advertencia global

En el segundo aniversario del 7 de octubre –un ataque que Yousef ha calificado como «el mayor crimen contra la humanidad desde el Holocausto»–, sus declaraciones recientes alertan sobre la continuidad de la ideología de Hamás.

En septiembre de 2024, durante un evento en Madrid organizado por Elnet, ACOM y la Fundación Neos, Mosab Yousef desmontó el mito de la lucha territorial: «La gente piensa que el conflicto tiene que ver con el territorio, pero es más sobre la cosecha. Quieren coger lo que está sembrando. Hoy es Tel Aviv, pero mañana será París, Madrid, Andalucía».

Para él, Hamás no busca un Estado viable, sino la destrucción de Israel y la expansión del yihadismo: «Hamás significa ‘pasión’, ‘entusiasmo’. El eslogan romántico de que Palestina será libre desde el río hasta el mar es una mentira, y venden a la sociedad la mentira de que Israel nos robó nuestra tierra».

Recuerda cómo las autoridades palestinas han tenido varias oportunidades  para establecer un Estado palestino en la zona, pero en última instancia se negaron a llegar a esta «solución de los dos Estados» en favor de continuar con la violencia.

Yousef rechaza la solución de dos Estados como «imposición ingenua», argumentando que es inviable y que ignora la «cultura de la muerte» compartida por Hamás, la Yihad Islámica y partes de la Autoridad Palestina. Critica duramente a líderes como Pedro Sánchez por presionar a Israel: «¿Quién crees que eres para decidir en nombre de otra democracia y forzar o imponer un Estado palestino?».

Propone un ejercicio hipotético: «¿Y si creamos un Estado palestino en Andalucía, con Córdoba como capital? Todas las ideologías de dominación sólo llevan a la violencia». Aboga por la convivencia árabe-judía, pero «partiendo de la verdad, reconociendo el derecho a existir de la otra parte»: «Soy árabe, ésa es mi etnia. Los árabes, los persas y los judíos pueden convivir […] La lucha de Israel es justa. Quien diga lo contrario, no está en lo correcto».

Tras estudiar los procesos históricos, explica que, «lo que hoy conocemos como Palestina es una creación colonial de los británicos tras la caída del imperio Otomano, y ya entonces albergaba a judíos, cristianos y hebreos por igual». Para Yousef, esto demostraría que la extendida tesis que dice que las tierras de Palestina pertenecen a sus legítimos moradores musulmanes no sería más que una elaborada falacia.

Se define como neutral: «Yo no soy un palestino, tampoco israelí; sólo me represento a mí mismo. […] Espero que aquellos que escogen la oscuridad elijan la luz».

Aniversario del terror

En el primer aniversario del 7 de octubre, la voz de Mosab Yousef nos recuerda que Hamás no es sólo un actor geopolítico, sino una ideología tóxica que perpetúa el sufrimiento palestino e israelí. Su deserción no sólo salvó vidas durante la Segunda Intifada, también expone las grietas en su relato de «resistencia»: la violencia, dice, «no es de Justicia» en la evolución humana.

 

 

 

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