Sánchez se recluye en La Moncloa para no dar la cara tras la debacle electoral del PSOE
El presidente del Gobierno y líder del PSOE ha evitado dar la cara por los malos resultados de su partido
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El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se ha amotinado en el Palacio de La Moncloa en plena debacle electoral del partido que dirige. El jefe del Ejecutivo no ha acudido a la sede federal de la calle Ferraz, como sí hizo hace cuatro años, ni ha hecho ninguna valoración ni tuits de unos daños que todos los barones y candidatos a alcalde le achacan a él.
Se espera que este lunes por la mañana acuda al cuartel general de los socialistas para participar en la Comisión Ejecutiva Federal que analizará los resultados. Aunque no está previsto que dé la cara ante la militancia al término de la misma, para asumir como propios los errores del secretario general y sus colaboradores que han dirigido la campaña. Este domingo por la noche, tras ver la escabechina, algunos dirigentes ya criticaban que «no haya dado la cara cuando debía demostrar liderazgo».
Afligida, la portavoz del partido, Pilar Alegría, ha sido la responsable de poner voz a la histórica derrota en unas elecciones autonómicas y municipales: «Recogemos el guante, entendemos el mensaje». «Quiero reconocer la derrota del PSOE, es un mal resultado para el Partido Socialista», ha reconocido la también ministra de Educación y Formación Profesional.
«Es evidente que este resultado es un mal resultado para el Partido Socialista, no es en absoluto el que esperábamos», ha explicado en una breve intervención de sólo tres minutos sin preguntas por parte de los periodistas desde la sede del partido en la calle Ferraz. Según ha indicado aspiraban a forjar mayorías de progreso gracias a la movilización del electorado progresista que «es evidente que no se ha producido», tal como ha trasladado.
Culpan a Sánchez
Entre los perdedores, todos culpabilizan a Pedro Sánchez de sus derrotas. Coinciden en un mismo mensaje: «Se ha hecho una campaña en clave nacional en lugar de una campaña en clave local». Aunque inicialmente Ferraz y los territorios pactaron que no sería así. Que tendrían autonomía para decidir sus mensajes. Al final, sin embargo, Moncloa ha querido marcar la agenda con anuncios y chequevotos con los que Sánchez ha tratado de fidelizar a los votantes más jóvenes de cara a las generales.
Silencio en Podemos
Pedro Sánchez no es el único que se ha escondido este domingo por la noche. También las principales dirigentes de Podemos, Ione Belarra e Irene Montero, han evitado dar la cara por la debacle histórica de su organización. Las dos ministras han dejado en manos de sus candidatos que no han conseguido representación en Madrid, la valoración de su derrota. Sin ningún tipo de apoyo.