Los legionarios piden la recusación de la presidenta del Comisionado de Memoria Histórica de Carmena
La Plataforma Patriótica Millán Astray, compuesta por antiguos legionarios que defienden la calle de su fundador, va a pedir a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, la recusación de Paca Sauquillo, la presidenta del Comisionado de Memoria Histórica que la ex jueza designó. Ya habían hecho lo mismo con otro de los miembros de este equipo.
Tal como adelanta OKDIARIO, los ex militares que defienden el mantenimiento de la calle dedicada al fundador de la Legión Española consideran que algunas declaraciones muestran que Sauquillo no es válida para capitanear este proceso. Han reunido una serie de frases en las que se basan para dar este paso adelante, que han consultado con sus abogados.
«No es imparcial en el cambio de callejero de Madrid», señala un portavoz, «su parcialidad es manifiesta». «Lo del Comisionado», añaden desde la Plataforma, «es una mera cobertura formal y de encubrimiento de su inquina y prejuicio hacia Millán Astray, tal como ha puesto de manifiesto». Dicen que el arma secreta que están utilizando, según ella, es «el consenso» de las fuerzas políticas municipales y de los miembros del Comisionado, pero ese Consenso es pura fachada, pues ya se ha roto, lamentan los ex legionarios.
Esta decisión se produce un día después de que el Consistorio diera a conocer las decisiones del Comisionado, que se votarán en el Pleno municipal de la semana que viene. Es un listado que propone la elaboración de un catálogo de lugares de memoria para subrayar aquellos “símbolos relacionados con la tolerancia, la libertad, la democracia, la cultura o cualquier otro valor de similar naturaleza, en tiempos de violencia y barbarie”.
Sauquillo y el resto de miembros proponen incluir en ese catálogo las cárceles como la de Carabanchel o Ventas. Igualmente, se aboga por renombrar el Arco de la Victoria, que pasaría a denominarse Arco de la Memoria. Recomiendan que el Ayuntamiento negocie con la Comunidad de Madrid habilitar la visita a los calabozos de la antigua Dirección General de Seguridad (DGS) en la Puerta del Sol, en la actual sede del Gobierno regional. Durante la dictadura franquista, los sótanos de este edificio albergaron calabozos donde se detenía, y con frecuencia se torturaba, a miembros de la oposición.
Precisamente, Sauquillo estuvo durante tres días en esa prisión aunque no sufrió «represión», relata. Los miembros de la Plataforma Patriótica, basándose en esas declaraciones en Canal 33, consideran que la presidenta del Comisionado ha quedado inhabilita para tomar estas decisiones en un asunto en el que no es imparcial, sino que es parte involucrada.
Añaden que Sauquillo quiere aplicar al callejero madrileño el sistema que hay en Cuba. De hecho, los ex militares censuran que el Comisionado se base en «una solución castrista» para la capital madrileña.
Igualmente, denuncian que 24 horas después de ser designada por Carmena, Sauquillo respondió a la pregunta de si habría que quitar las calles de los Generales Moscardó y Millán Astray: «Total, bueno sí». Esto les da «motivos para recusarla» porque llegaba «con una idea preconcebida en cuanto a estas calles», antes de los estudios que el Comisionado tenía que llevar a cabo. Los expedientes de las vías, por otra parte, aseguran que no los tienen completos.
Afean a Sauquillo que dijo que iba a contar para su empeño con funcionarios del Ayuntamiento de Madrid, cosa que no ha sido cierta, porque su mano derecha, Txema Urquijo –un hombre «afable y parece bienintencionado», según los ex militares– no es funcionario, es un cargo nombrado a dedo.
Otras de las circunstancias que le reprochan a Sauquillo los defensores de Millán Astray es que se se refiriera a los atentados del 11 de marzo, como los del «11 de mayo», que haya apostado por una «Movida Madrileña 2.0» después de que la de los 80 se llevara «muchas vidas por delante con la droga» o que reconozca que junto a Carmena y a Cristina Almeida, durante el franquismo, hicieron cursos en la Universidad sobre la mujer. «Reconoce así que fue durante el franquismo cuando se permitió la entrada de mujer en la Universidad, incluida ella. La crítica confrontada con la realidad la ponen en evidencia como una manipuladora», concluyen.