La investigación sobre las secuestraniños podemitas alerta de que suministraban prozac a los menores

Policía Infancia Libre
Ana María Bayo (izq), Patricia González (centro) y María Sevilla (derecha) junto a la senadora de Podemos Idoia Villanueva.
Carlos Cuesta

La investigación judicial de las prácticas llevadas a cabo por las secuestraniños que asesoraban a Podemos acaba de incorporar un nuevo dato de elevada gravedad. Y es que han surgido evidencias de que se llegó a usar prozac en los niños para sedarlos ante la ansiedad provocada en los menores por el secuestro y el alejamiento de los padres.

La historia se complica aún más y ahora con un dato como el uso de un fármaco como el prozac en menores. Uno de los padres afectados lo ha denunciado ya y la Policía deberá analizar si, de nuevo, forma parte esa sedación de un patrón común de actuación en la asociación Infancia Libre, la entidad que firmó acuerdos de colaboración como asesores de Podemos en materia de protección a la infancia.

El prozac es un potente antidepresivo que se suministra en casos muy concretos y siempre tras advertir seriamente de las ventajas y desventajas del consumo de antidepresivos en niños y adolescentes. Se usa en trastornos depresivos mayores y, por ejemplo, en casos de riesgo real de suicidio como consecuencia de una depresión no tratada. Pero cualquiera de esas causas sobrevenidas deberían haber sido analizadas judicialmente ante la evidencia de que el niño podía estar siendo sometido a una fuerte tensión bajo la custodia de la madre.

Patrón similar

La Policía Judicial, de hecho, elabora en estos días un informe que remitirá a la juez en breve ante las evidencias de que las tres secuestraniños podemitas, María Sevilla, Patricia González y Ana María Bayo, han actuado con un patrón similar a la hora de retener a sus hijos tras presentar denuncias falsas de presuntos abusos sexuales. Y uno de esos casos cuenta ya con la denuncia de uso de prozac. No es el único caso que ha contado con este relato: otro padre, con relación indirecta con la asociación Infancia Libre, también ha denunciado el suministro de prozac.

El informe de la Policía plasmará, además, que las tres secuestraniños podemitas han usado denuncias falsas por abusos sexuales contra los padres, que en los secuestros se han utilizado previamente los plazos ganados con esas denuncias para huir con los niños y, además, que se ha registrado de forma generalizada absentismo escolar de los niños hasta llegar a la desescolarización total de los hijos.

Las tres secuestraniños son asesoras de Podemos en materia de protección a la infancia

Todo coincide, pero, además, las tres mujeres son asesoras de Podemos en materia de protección a la infancia y miembros de la Asociación Infancia Libre. Es decir, todo un abanico de similitudes delatoras de que puede existir un patrón de comportamiento diseñado en cadena como un manual de actuación para aprovechar los boquetes legales.

A partir de ahí será la magistrada la que deberá decidir si se abre una investigación más profunda de la estructura con la que operaban estas personas y su asociación. Un ‘modus operandi’ que era el de las asesoras de Podemos en materia de infancia, un partido que siempre ha defendido estirar al máximo la ley para garantizar prioritariamente los derechos de las madres.

A estos factores, ahora se une el estudio del uso de potentes fármacos, como el prozac, empleados para sedar y calmar a los niños. Los plazos en los que estas personas conseguían apartar a los niños de sus padres también son delatores: los plazos transcurridos desde la evidencia de la falsedad de las denuncias contra los padre oscilan entre los dos años y los cuatro años. Todo un alarde de eficacia en el diseño de prácticas para eludir a la Justicia y que acababan dañando a los padres, pero, sobre todo, a los niños.

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