DESINVERSIONES EN LATINOAMÉRICA

A Telefónica no le preocupa aplazar la venta de O2: seguirá reduciendo deuda para impulsar la acción

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El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete. (Foto: EFE)

El grupo Telefónica se ha visto obligado a volver a retrasar la colocación en Bolsa de una parte de su filial británica O2, pero en el consejo de administración que preside José María–Álvarez Pallete no preocupa el efecto que este contratiempo pueda generar en el mercado y en los informes de las agencias de calificación financiera.

Según han confirmado a OKDIARIO fuentes internas de la operadora el objetivo sigue siendo reducir el endeudamiento mediante desinversiones «sin obsesionarse» para que los inversores respalden la gestión de la compañía con subidas en la cotización de los títulos de Telefónica.

La razón de que se retrase la venta de una parte de O2 hasta el próximo año se debe a cuestiones regulatorias del mercado británico. En concreto, tal como informó FT, el organismo encargado de supervisar el mercado de las telecomunicaciones del país (Ofcom) ha anunciado que la esperada subasta del espectro del 4G y el 5G no se producirá, al menos, hasta el próximo enero. No obstante, la fecha puede ser posterior, ya que todo depende de los recursos que puedan interponer los operadores BT y Three al proceso de subasta.

Fuentes del mercado de las telecomunicaciones explican a OKDIARIO que la salida a Bolsa de una parte de O2 no se podrá producir hasta que se desvele quienes serán los adjudicatarios del espectro en Reino Unido, ya que el valor de la filial británica de Telefónica dependerá de los activos que tenga. Por lo tanto, Álvarez–Pallete esperará a conocer el resultado de la subasta y, sólo entonces, determinará el precio al que realizará la desinversión.

Por lo tanto, aunque no sea una cuestión que le quite el sueño al presidente de Telefónica, la filial británica del grupo seguirá siendo un quebradero de cabeza en los próximos meses. En el tercer trimestre del pasado año, Telefónica contrató a Morgan Stanley, Barclays, UBS y a la agencia de publicidad y relaciones públicas Finsbury para tantear al mercado con el objeto de colocar un 40% de su filial británica O2 por un importe cercano a los 5.000 millones de libras (unos 6.480 millones de euros al cambio de entonces). La otra alternativa era sacar este porcentaje a Bolsa, una opción más lejana por el Brexit y el impacto del referéndum en la cotización de la libra.

Sede de Telefónica en Madrid.

El jarro de agua fría que supuso el veto de Bruselas a la venta de su filial británica O2 a Hutchinson provocó que la operadora empezara a buscar alternativas para hacer caja, siempre teniendo en cuenta que en ningún ingresaría los 13.000 millones de euros que le habría aportado el grupo chino por el 100% de la compañía.

Aunque la compañía española tiene un potente flujo de caja que le permite ir asumiendo sus costes operativos, la realidad es que el elevado volumen de endeudamiento le obliga a continuar realizando ventas de activos para reducir el desapalancamiento. La desinversión de O2 se enmarcaría, por lo tanto, dentro del proceso de reducción de pasivo que ha prometido realizar la compañía, y que se verá acompañado por una mejoría en la generación de caja de Telefónica durante la segunda mitad de 2017.

Al cierre del pasado junio la deuda financiera neta se situó en los 48.487 millones de euros, una cantidad que se ha visto levemente reducida por la venta del 40% de Telxius por 1.275 millones de euros. No obstante, en comparación con el cierre del primer trimestre, Telefónica ha sido capaz de reducir su pasivo financiero neto en 279 millones de euros.

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Fuente: Telefónica (Pinchar en la imagen para ampliar)

Una buena noticia para Telefónica es que los inversores bajistas (aquellos que obtienen rentabilidad cuando bajan las acciones) comienzan a salir de su capital. Recientemente los fondos Och-Ziff (OZ) y Boussard & Gavaudan han deshecho sus posiciones cortas en el capital de Telefónica, donde mantenían un 1,93% del capital de la empresa española reduciendo su peso a apenas un 0,17%, según consta en los registros de la CNMV.

Esta salida de los bajistas puede ser un indicador que le sirva a Telefónica para afrontar su futuro a corto plazo con tranquilidad, aunque el retraso de la desinversión en O2 está provocando ya que la mirada se ponga en otros mercados en los cuales el grupo podría realizar ventas de activos. En este contexto, fuentes financieras confirman el interés de la operadora por estudiar desinversiones en Argentina, Colombia y México.

Desinversiones en Latinoamérica

Esto no implica que Telefónica vaya a perder el control de sus filiales en el extranjero, ya que la estrategia del consejo de administración que preside Álvarez–Pallete es vender participaciones de sus empresas en el exterior pero manteniendo el control, siguiendo el modelo de Telxius y el que también empleará en la salida a Bolsa de O2.

En el caso de Argentina, según informa la agencia Bloomberg el objetivo sería sacar al mercado el 30% de la compañía, una operación que podría suponer un ingreso de unos 1.400 millones de euros para las cuentas del grupo español. Las desinversiones en Colombia y México podrían aportar otros 2.500 millones, siempre en función del porcentaje de capital que este dispuesto a vender Telefónica de sus filiales en estos mercados.

El consenso de analistas que recoge Factset constata que el mercado se está tomando en serio este proceso de desapalancamiento de Telefónica, otorgándole un precio objetivo de 11 euros por acción, frente a los 9,2 euros al que cerró la sesión el pasado viernes. Esto supone un potencial de revalorización de casi el 20%.

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