ING comenzará a cobrar por los depósitos a nuevas cuentas

El banco neerlandés ING traspasa por fin la línea roja que la banca europea no sabe si cruzar y empezará a cobrar por la custodia de los depósitos a sus clientes que podría ser a partir del próximo mes de marzo, si bien no está confirmado. Lo hará por primera vez en Alemania, uno de los principales mercados del banco, como forma de tratar de compensar por las pérdidas que le causa tener que custodiar la liquidez de sus clientes. ING España puntualiza que este movimiento no va a realizarse por el momento en el país.

ING ha anunciado esta misma semana el cambio para uno de sus principales mercados, donde sus cuentas llevan años viéndose castigadas por la facilidad de depósito negativa del Banco Central Europeo desde hace años, que cobra un 0,5% a las entidades bancarias por depositar su liquidez en el banco central.

ING pretende que sus clientes tengan menos dinero ahorrado en depósitos de forma improductiva y mucho más en fondos de inversión

Con este movimiento, ING pretende que sus clientes nuevos tengan menos dinero ahorrado en depósitos de forma improductiva y mucho más en fondos de inversión. «Actualmente no tenemos planes concretos para introducir una tarifa de custodia para nuestras cuentas existentes. Sin embargo, estamos monitoreando el desarrollo del mercado muy de cerca y estamos viendo que cada vez más bancos están introduciendo una tarifa de custodia para nuevas cuentas», dijo el director financiero de ING Norman Tambach en una entrevista. «En consecuencia, nos estamos preparando para reaccionar a estos desarrollos del mercado».

Tras crecer mucho en clientes en el país, al igual que ha hecho en España, ING quiere centrarse ahora en hacerlos rentables. Suspendió la cuenta corriente gratuita sin condiciones previas y desde mayo, cobra 4,90 euros al mes a los clientes que solo utilizan una cuenta corriente ING para aparcar su efectivo. Ahora se requiere un gasto mensual de al menos 700 euros. Con este movimiento, ING se deshace de clientes inactivos que tenían liquidez en cuenta, un movimiento similar al que hizo el pasado otoño Bankia.

En España

¿Se trasladará este movimiento a España? Las condiciones del mercado germano y del español son muy similares, con la misma divisa, mismo banco central y mismos tipos de interés. Y el mismo supervisor.

No se trata de un mercado de naturaleza totalmente diferente, como son por ejemplo Brasil para Banco Santander o Turquía para BBVA. Por el contrario, se trata de mercados maduros, con tipos muy bajos y donde ING tiene una cuota de mercado notable, con casi 10 millones de clientes en Alemania y más de 4 millones en España.

Alemania, además, es un mercado con una cultura financiera muy específica, donde un movimiento que hasta hace unos años era impensable (cobrar por dejarte liquidez, ya que hace unos años los bancos pagaban por ello) puede comprenderse mejor que en otros países con cultura financiera más precaria como los mediterráneos.

Tanto en Alemania como en España, ING está especializado como segundo banco de muchos clientes y quiere ganar espacio como primera entidad bancaria.

Las condiciones del mercado alemán y del español son muy similares, con la misma divisa, mismo banco central y mismos tipos de interés

Este periódico se ha puesto en contacto con fuentes oficiales de ING que han dicho que «no tenemos previsto cambiar las condiciones de la Cuenta Naranja». «De forma regular revisamos los productos para tener una oferta competitiva y mantener los niveles de satisfacción de nuestros clientes», detallan.

Aunque la gestión de Alemania y la de España son en principio independientes, este movimiento llama la atención por cuanto es el primer banco con presencia relevante en el mercado español que anuncia un cambio de estrategia respecto a los depósitos para los minoristas.

Depósitos para fondos

Los grandes bancos españoles ya llevan tiempo aplicando comisiones de custodia a los grandes capitales por mantener bajo recaudo su liquidez. De este modo, intentan compensar el coste que a ellos les supone hacerse cargo del efectivo con las condiciones monetarias del BCE. De las grandes entidades españolas, tanto Santander como BBVA o Caixabank se han mostrado taxativos en varias ocasiones y han señalado que no cobrarán a minoristas.

Más flexible fue en alguna ocasión el consejero delegado de Banco Sabadell, quien en sus resultados previos a la pandemia y publicados el 19 de febrero, señalaba que cobraba ya a empresas y fondos, pese a lo cual le costaba 391 millones de euros custodiar los depósitos.

Para otra entidad española de importancia, Bankia, el agujero era también notable: 342 millones de euros le costaba la política de tipos negativos del BCE, al tener que pagar a la institución monetaria con sede en Fráncfort y no trasladar este coste a sus clientes.