Indra dispara su beneficio un 58% y consolida su posición pese a la tensión con SAPA
Consolida su liderazgo en el sector de Defensa en España pese a sus guerras accionariales
El grupo tecnológico español gana 291 millones hasta septiembre

Indra ha cerrado los nueve primeros meses del año con un beneficio neto de 291 millones de euros, lo que supone un incremento del 58% respecto a los 184 millones del mismo periodo de 2024, según las cuentas remitidas este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La cifra consolida a la compañía como una de las grandes ganadoras del nuevo ciclo de inversión en Defensa en Europa, en un momento clave en el que la empresa española busca afianzar su posición como eje de la autonomía estratégica europea y redefinir su accionariado, muy agitado por las tensiones con SAPA.
Los ingresos del grupo presidido por Ángel Escribano alcanzaron 3.611 millones de euros entre enero y septiembre, lo que representa un aumento del 6,2% interanual, impulsado por su división de Defensa y Seguridad, que ha seguido ganando protagonismo dentro del grupo.
Crecimiento de Indra
En concreto, el área de Defensa aportó el 21,15% de la facturación total, con 764 millones de euros, un 13,5% más que en el mismo periodo del año anterior. Se trata de un crecimiento que refleja el nuevo ciclo de contratos vinculados a los programas europeos de armamento, la digitalización del Ejército y el impulso de la industria de Defensa nacional tras el aumento del gasto militar aprobado por Moncloa.
A este dinamismo se suma el desempeño de la unidad de Tráfico Aéreo (ATM), que ingresó 364 millones de euros, un 16,6% más, representando ya el 10% de la facturación. Por su parte, la división de Movilidad facturó 258 millones, prácticamente estable, mientras que Minsait, su rama de consultoría tecnológica, siguió siendo el motor principal de ingresos con 2.226 millones de euros, un 3,1% más.
Pese al aumento de la inversión en Defensa y digitalización, la compañía mantiene un balance sólido. Su deuda neta creció hasta los 114 millones de euros, frente a los 70 millones del año pasado, un incremento del 62,8% que se explica, en buena medida, por la apuesta de Indra por fortalecer su músculo industrial y tecnológico con nuevas alianzas estratégicas, algo que compensará sin dificultades gracias a la adjudicación de los nuevos programas (más de 31) lanzados desde el Ejecutivo.
En términos de rentabilidad, el Ebitda ascendió a 405 millones, un 9,75% más, mientras que el resultado neto de explotación (Ebit) alcanzó 319 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 9,62%. Con ello, el margen de Ebitda sobre ventas se situó en el 11,21%, mejorando el 10,85% del año anterior, y el margen de Ebit cerró en el 8,83%, también ligeramente superior al ejercicio previo.
La estrategia para reordenar el poder
En paralelo a la mejora de resultados, Indra continúa moviendo piezas en el tablero de su estructura accionarial. Según publicó OKDIARIO, Murtra viajó recientemente a Düsseldorf para reunirse con el presidente de Rheinmetall, Armin Papperger, dentro del marco de cooperación entre ambas compañías para el desarrollo de blindados y sistemas de defensa avanzados.
Este encuentro se produjo en medio de las tensiones accionariales que vive la compañía española, que quiere reducir el peso de SAPA, buscando socios industriales considerados más estables y estratégicos para el futuro del grupo. Aunque no hay nada cerrado por el momento, el presidente, Ángel Escribano, está sondeando opciones.
El objetivo de Escribano y del consejero delegado José Vicente de los Mozos es reforzar el perfil industrial del grupo, acelerar su transformación en un actor de defensa de primer nivel y asegurar su papel en los programas estratégicos europeos, como el Futuro Sistema Aéreo de Combate (FCAS) o los vehículos 8×8 Dragón.
Motor de la autonomía estratégica
Con este fuerte incremento de beneficios y el avance de su rama militar, Indra se consolida como uno de los pilares de la política de defensa europea, al tiempo que mantiene su liderazgo en digitalización e inteligencia artificial a través de Minsait.
La dirección del grupo se prepara para un último trimestre decisivo, con el foco puesto en mantener la rentabilidad, reducir la deuda y avanzar en la reorganización de su accionariado. Un equilibrio que, de lograrse, consolidará definitivamente a Indra como el gran campeón industrial español del siglo XXI.