La oposición del PNV y de General Dynamics tumba la primera vía del megaproyecto de Defensa de Indra


La idea de crear un conglomerado de Defensa en torno a Indra se viene abajo. Al menos una primera vía. Según fuentes conocedoras de la situación, se ha topado con dos graves obstáculos: por un lado, el rechazo conocido de la norteamericana General Dynamics a que Santa Bárbara forme parte del proyecto; por otro, la reticencia del PNV a que el Estado español entre en ITP Aero, otra de las patas del conglomerado.
Como ha venido informando OKDIARIO, se resucitó hace dos años este viejo proyecto de un campeón nacional de Defensa que también manejó que Gobierno de Mariano Rajoy, pero no consiguió llevar a efecto. En este conglomerado se integrarían Indra -bajo el control estricto del Gobierno tras el asalto de la junta de accionistas de junio de 2022-, la citada ITP Aero (lo que explica que SAPA Placencia sea accionista de ambas) y la parte de sistemas de Navantia (Sainsel).
En los últimos meses, se ha pretendido sumar también al conglomerado de Defensa a Hispasat -lo que explica su adquisición por Indra- y a la citada Santa Bárbara. Esta última, vendida en 2021 a General Dynamics, es relevante por su participación en el proyecto del blindado 8×8 Dragón del Ejército de Tierra. Además, esta pata es muy relevante ante los nuevos contratos que se avecinan por el incremento del gasto de Defensa en Europa tras la llegada de Donald Trump a la presidencia de EEUU.
Sin embargo, la empresa norteamericana se ha negado en redondo a participar en este «polo de Defensa» y ha respondido con un nuevo plan estratégico para España: su presidente, Antonio Bueno, ha anunciado un aumento de plantilla, la apertura de nuevos centros en nuestro país y una inversión inmediata para ampliar la robotización de su planta actual de Asturias. Según las fuentes, sigue indicaciones de la Administración de Trump.
ITP Aero
La otra pata problemática es ITP Aero. Estas fuentes aseguran que el PNV no ve con buenos ojos la presencia del Estado español en una empresa que considera «suya»: la sede de ITP está en Zamudio (Vizcaya). Inicialmente, dio su visto bueno al proyecto a cambio de mantener esa sede y de aumentar su carga de trabajo, como informó en su día OKDIARIO, pero ahora ha enfriado ese apoyo ante las dificultades que atraviesa el proceso, según las fuentes.
Otro problema que siempre surge en estos casos es el de las personas. Juan María Nin, ex consejero delegado del Banco Sabadell y de CaixaBank, es el presidente de ITP Aero tras su adquisición a Rolls Royce por parte de SAPA, el fondo Bain Capital y la firma de Javier Botín, JB Capital.
Las fuentes consultadas aseguran que su aspiración es presidir Indra o el conglomerado que se forme, algo que también despierta reticencias. Cabe recordar que el sustituto de Marc Murtra al frente de Indra es Ángel Escribano, cuya compañía homónima entró en el capital de la tecnológica para apoyar la posición de la SEPI, como es bien conocido.
La única pata que es viable integrar es la de Navantia, pero sólo con su participación el proyecto se quedaría muy corto. Del mismo modo, sólo tendría encaje la parte militar de Hispasat, Hisdesat, pero Indra decidió comprar la compañía entera para incrementar su tamaño en caso de que consiga vender Minsait (la parte civil), algo que lleva meses intentando sin éxito.
Por tanto, este proyecto de Defensa en torno a Indra se ha venido abajo tal como estaba diseñado. La cuestión ahora es si el Gobierno podrá armar un proyecto alternativo para intentar aprovechar ese fuerte incremento del gasto militar en Europa.