guerra en indra

Indra se reúne con Rheinmetall en Düsseldorf mientras busca sacar a SAPA del accionariado

Indra, sapa, escribano, Defensa, Moncloa, rheinmetall, aperribay, SEPI,
Jose de la Morena
  • Jose de la Morena
  • Jose de la Morena, periodista especializado en economía desde hace más de 15 años, desarrolla su labor en el campo de la comunicación desde el prisma de las tendencias, los números y resultados de las distintas compañías. Una tarea que le ha llevado a conocer a fondo el mundo empresarial. Ha trabajado también en comunicación corporativa y como asesor para distintas marcas internacionales e institucionales.

La tensión interna con SAPA dentro de Indra ha vuelto a escalar. La compañía tecnológica y de defensa española vive un momento de crecimiento histórico en Bolsa (ha subido más de un 140%), pero también una guerra por la dirección de su futuro industrial. En el centro del conflicto está SAPA Placencia, el grupo vasco de los Aperribay, que se ha convertido en un accionista incómodo para el núcleo duro del poder dentro de la empresa.

Fuentes consultadas por OKDIARIO confirman que en el seno de Indra existe una estrategia para reducir o eliminar el contrapeso de SAPA en el accionariado. El objetivo es claro: consolidar una estructura más homogénea y alineada con la nueva hoja de ruta de la compañía, centrada en la integración industrial de las capacidades de defensa españolas y en la expansión internacional junto a socios nacionales estratégicos.

Un accionista incómodo

La posición de SAPA en Indra, fruto de la alianza política e industrial impulsada por el Gobierno hace tres años, se ha convertido ahora en un problema debido a los intereses de la compañía vasca. Aunque los Aperribay controlan un porcentaje minoritario, su influencia puede ser clave en decisiones sensibles, como la compra de Escribano antes de finalizar el año. Hasta ahora, la relación en el consejo era cordial, e incluso de cierta amistad, pero se ha deteriorado notablemente debido a los intereses opuestos entre Indra y SAPA. Fuentes conocedoras explican que los representantes de SAPA han tenido que inhibirse en la toma de varias decisiones dentro del consejo, ante posibles conflictos de interés derivados de su estrecha relación con General Dynamics, la multinacional estadounidense de la que depende una parte sustancial de su facturación.

Esa dependencia con EEUU choca frontalmente con la estrategia de Indra, que busca reforzar su autonomía industrial dentro de Europa y posicionarse como uno de los principales integradores tecnológicos del continente en Defensa, alineado con los intereses de Europa y, de España, que busca en Indra un campeón nacional del sector. Desde Indra ven en SAPA un socio «que rema en dirección contraria» a ese objetivo, por su dependencia de General Dynamics.

Rheinmetall entra en escena

En este contexto de tensión, el presidente ejecutivo de Indra, Ángel Escribano, viajó ayer mismo, martes, a Düsseldorf, para reunirse con Armin Papperger, máximo responsable de Rheinmetall, el gigante alemán de armamento y vehículos blindados. El encuentro se enmarcó en la reciente firma de un Memorándum de Entendimiento (MoU) entre ambas empresas, destinado a reforzar la cooperación en el desarrollo y producción de blindados para los ejércitos europeos.

Aunque oficialmente el viaje fue de carácter técnico e industrial, el movimiento tiene también una lectura estratégica: abrir la puerta a Rheinmetall como socio preferente de Indra. En los despachos de la empresa española saben que el grupo alemán sería bien recibido en Moncloa si quisiera ampliar su presencia o su participación en futuros proyectos, una manera indirecta de equilibrar (o sustituir) el papel que hasta ahora desempeñaba SAPA dentro del ecosistema industrial de Defensa nacional.

«Rheinmetall es un socio fiable, alineado con los intereses de España y de Europa, y representa la vía más coherente de expansión tecnológica e industrial», señala una fuente de la SEPI (la Sociedad Estatal que es accionista mayoritaria de Indra). El mensaje no ha pasado desapercibido en el mercado: en plena reorganización del sector europeo de Defensa.

El dilema SAPA

En paralelo, dentro del consejo de Indra se ha intensificado la presión para que SAPA considere su salida. El problema, admiten las fuentes, es que resulta casi imposible encontrar un comprador dispuesto a pagar el precio actual. Con las acciones de Indra disparadas (tras superar el 140% de revalorización), cualquier operación de venta exigiría una valoración difícil de justificar, aunque la compañía atraviesa un ciclo alcista que podría prolongarse debido a la fuerte inyección de fondos en el sector.

«El valor de Indra está alto, pero el contexto del sector sugiere que puede seguir subiendo. Nadie quiere comprar caro algo que puede ser más caro aún en seis meses, y nadie quiere vender ahora un activo con tanto potencial», resumen fuentes del sector consultadas por OKDIARIO.

La situación deja a SAPA en una posición compleja. Por un lado, mantener su participación implica convivir con una dirección con la que las discrepancias son constantes. Por otro, vender sería reconocer que su papel como actor clave dentro de la industria española de Defensa se debilita.

La sombra de Escribano

El movimiento de Escribano en Düsseldorf tiene además una segunda lectura: proteger su propia operación de crecimiento dentro del grupo. En Indra saben que SAPA no ve con buenos ojos la expansión de Escribano Mechanical & Engineering, la empresa homónima del presidente y su hermano, que ha ido consolidando su posición como referente nacional en sistemas de defensa y sensores. La eventual compra o integración de nuevas filiales bajo ese paraguas podría verse obstaculizada por la oposición de SAPA en el consejo.

Lo último en Economía

Últimas noticias