Los paleontólogos no dan crédito: hallan un «yacimiento sin precedentes» con más de 800 fósiles de dinosaurios
Los dinosaurios existieron hace millones de años en un planeta muy distinto al que reconocemos hoy. Los vemos en libros, en películas y en documentales, pero en ciertos momentos aparece un hallazgo que recuerda que siguen, literalmente, bajo nuestros pies.
Este descubrimiento de 800 huesos ha tenido lugar en la Cuenca de Hațeg, en Transilvania, donde un equipo húngaro rumano encontró algo difícil de imaginar. No fueron 10, ni 20, ni 100, ni 500. Fueron 800 huesos en un espacio mínimo.
Descubren un yacimiento de dinosaurios sin precedentes en Transilvania
Durante décadas, Hațeg ha sido famosa por su registro fósil, aunque con una limitación evidente: muchos yacimientos con poca abundancia real. La mayor parte de los restos aparecían dispersos, rotos o aislados. No obstante, esa imagen se ha derrumbado desde que el Grupo de Investigación de Dinosaurios Valiora localizó el yacimiento K2 y empezó a excavar sus capas del Cretácico Superior.
El estudio Paleontological and paleoecological significance of the oldest highly productive Upper Cretaceous bonebed of Haţeg Basin describe cómo el equipo de la Universidad Eötvös Loránd reconoció la importancia del lugar en cuestión de minutos.
Los huesos sobresalían en la arcilla gris como si la tierra los hubiera empujado hacia la superficie. Desde ese instante quedó claro que allí ocurría algo inusual, una acumulación de vertebrados que superaba cualquier registro conocido en la región.
El análisis geológico sitúa esta historia hace unos 72 millones de años. Ríos violentos cruzaban la zona y, durante las crecidas, arrastraban cuerpos y restos hacia una pequeña laguna.
Al entrar en ella, la corriente perdía fuerza y los huesos caían al fondo, uno tras otro, hasta formar un depósito compacto. Con el tiempo, varias inundaciones consecutivas ampliaron esa capa y crearon un archivo fósil único.
Qué especies de dinosaurios han aparecido en el yacimiento
Los investigadores han identificado al menos 17 especies en este conjunto. Destacan dos dinosaurios herbívoros. El primero es un rabdodóntido bípedo de unos dos metros, bastante común en la isla de Hațeg. El segundo es un titanosaurio joven cuyo esqueleto, preservado en varias partes articuladas, ofrece la imagen más completa que se ha obtenido en la región de un saurópodo de este tipo.
El yacimiento reúne también tortugas, cocodrilos con dentaduras muy diferentes entre sí, lagartos, anfibios, peces, pterosaurios y pequeños mamíferos. La mezcla refleja un ecosistema amplio, donde humedales, cursos de agua y bosques subtropicales convivían en un mosaico cambiante pero estable en el tiempo.
Por qué este hallazgo cambia lo que sabíamos de Hațeg
K2 es ahora el punto de partida para entender cómo se formó y evolucionó la fauna de Hațeg. Su antigüedad lo sitúa en el arranque del Maastrichtiano y permite comparar sus especies con las de yacimientos más jóvenes de la cuenca. Esa comparación sugiere una fauna sorprendentemente estable durante millones de años.
La cuenca de Hațeg albergó una población densa y diversa de dinosaurios durante el Cretácico Superior. Esta región es famosa por casos de enanismo insular, como el pequeño titanosaurio Magyarosaurus dacus, que evolucionó en un entorno marcado por el aislamiento y los recursos limitados.