Muere Tatiana Schlossberg, nieta de John F. Kennedy, a los 35 años: nuevo capítulo de la maldición familiar

La hija de Caroline Kennedy reveló hace un mes que padecía una leucemia terminal

Diagnosticada en 2024, los médicos le pronosticaron que podrían mantenerla viva "un año, tal vez"

Tatiana Schlossberg Kennedy
Tatiana Schlossberg Kennedy, nieta de JFK. (Getty)
María Ruiz
  • María Ruiz
  • Portadista. Especialista en 'breaking news' y noticias de nacional e internacional. Nací al periodismo en Abc, ayudé a fundar La Razón y viví en Las Provincias.

La maldición de los Kennedy ha conmocionado de nuevo a la célebre familia: Tatiana Schlossberg, hija de Caroline Kennedy y nieta del 35 presidente de EEUU John F. Kennedy, ha fallecido este martes a los 35 años tras una dura lucha contra la leucemia mieloide aguda (LMA), un cáncer agresivo de la sangre diagnosticado en mayo de 2024, poco después del nacimiento de su segunda hija. El pasado noviembre reveló que había sido diagnosticada de esta rara forma de leucemia.

La familia ha anunciado su muerte a través de la Fundación de la Biblioteca JFK, con un emotivo mensaje: «Nuestra hermosa Tatiana falleció esta mañana. Siempre vivirá en nuestros corazones».

En un ensayo crudo y conmovedor publicado en The New Yorker el 22 de noviembre de 2025, titulado A Battle With My Blood (Una batalla con mi sangre), Tatiana detalló su experiencia con la enfermedad, que describió como terminal debido a una rara mutación genética que hace el cáncer extremadamente resistente a los tratamientos estándar. «No podía creer que me estuviera pasando a mí», escribió, recordando cómo el diagnóstico llegó horas después de dar a luz, cuando un análisis reveló un recuento de glóbulos blancos extremadamente alto.

Tatiana Schlossberg Kennedy
Tatiana Schlossberg Kennedy, nieta de JFK. (Redes)

Tatiana Schlossberg Kennedy, periodista ambiental, escritora y madre de dos niños muy pequeños, narró con crudeza los intensos tratamientos: meses de quimioterapia agresiva que le provocaron la caída del pelo, hospitalizaciones prolongadas, y dos trasplantes de células madre.

El primero fue exitoso temporalmente, gracias a la donación de su hermana mayor, Rose Schlossberg (de 37 años), quien resultó ser una compatibilidad perfecta. «Mi hermana extendió los brazos durante horas mientras los médicos extraían sangre de uno, recogían y congelaban sus células madre, y la devolvían por el otro», relató Tatiana, llena de gratitud.

Este trasplante la puso en remisión inicialmente, pero el cáncer regresó. Su hermano menor, Jack Schlossberg (de 32 años), también se ofreció como donante. Aunque sólo era una compatibilidad parcial, insistió ante los médicos para ver si podía ayudar, pero finalmente fue rechazado porque no cumplía el 100% requerido para minimizar riesgos.

Jack se mantuvo cerca de su hermana durante todo el proceso, apoyándola en las hospitalizaciones. En un gesto de solidaridad profundamente emotivo, cuando a Tatiana se le cayó el pelo por la quimioterapia, Jack se afeitó la cabeza por completo

Tatiana Schlossberg Kennedy también participó en ensayos clínicos, incluyendo terapia CAR-T (inmunoterapia que reprograma células para atacar el cáncer), pero sufrió recaídas y complicaciones. A pesar de acceder a los mejores cuidados en Nueva York, los médicos le pronosticaron que podrían mantenerla viva «un año, tal vez».

En su ensayo, expresó angustia por sus hijos: «Mis niños, cuyos rostros viven permanentemente en el interior de mis párpados, no me recordarán».

El relato de Tatiana no solo fue personal, sino que destacó el apoyo inquebrantable de su familia: sus padres, Caroline Kennedy y Edwin Schlossberg, ayudaron a criar a sus nietos y estuvieron presentes en las habitaciones de hospital casi a diario. Criticó también las políticas de salud que afectaban la investigación oncológica, en un contexto familiar complejo.

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