España matricula en enero de 2021 los mismos coches que hace 32 años por el golpe fiscal de Sánchez

La falta de voluntad política del Gobierno de Pedro Sánchez para neutralizar el golpe fiscal al sector de la automoción por el alza del impuesto de matriculación ha provocado que las ventas de coches en el primer mes del año registren un hundimiento histórico de más del 51%. Una caída que se traduce en una retracción del mercado de 32 años, ya que no hay un enero peor desde 1989.

Según los datos publicados este lunes por las asociaciones de fabricantes (Anfac), concesionarios (Faconauto) y vendedores (Ganvam), el mercado automovilístico español registró la peor caída de la serie historica con un volumen de 41.966 turismos y todoterrenos, lo que se traduce en un descenso del 51,5% en comparación con los 87.000 unidades entregadas en 2020. Unos datos que llegan tras cerrar 2020 con un hundimiento del 32% del mercado por los efectos derivados de la crisis del coronavirus.

Unos datos que las patronales califican de «preocupantes» y que obligan a retrasar la recuperación del sector de la automoción a 2022 por los efectos derivados de la crisis del coronavirus, la entrada en vigor de la normativa WLTP y el fin de las ayudas del programa de renovación del parque circulante español. Ante este escenario, anticipan «un primer semestre desastroso que refleja el delicado momento que atraviesa el mercado automovilístico español, que ha iniciado el año sin ayudas a la compra de vehículos de combustión -diesel y gasolina-«.

La automoción desaparece en enero

«El mercado español está cayendo un 50% en el primer mes del año pero tan sólo se trata un aviso de los datos que va a registrar el sector de la automoción en el primer semestre del año. Por lo que, si el Gobierno no lanza nuevas medidas para relanzar la demanda y recuperar la confianza del consumidor, las matriculaciones de vehículos y todoterrenos continuaran cayendo en picado», explica el director de comunicación de Fanconauto, Raul Morales.

Además, Morales ha destacado que «se puede decir que el mercado de automoción prácticamente desapareció en el mes de enero, ya que hay que tener en cuenta que en diciembre hubo clientes que adelantaron su compra para evitarse la subida del impuesto de matriculación por la entrada en vigor en 2021 el nuevo proceso de medición de de emisiones conocida como la normativa WLTP.

«El fin del Renove, que ha terminado con más de 200 millones de euros sin consumir, y la subida del impuesto de matriculación como consecuencia de la nueva medición de emisiones de CO2 son asuntos que deben tener prioridad en la agenda política si se quiere facilitar la recuperación de un sector estratégico que representa el 11% del Producto Interior Bruto (PIB)», explica la directora de Comunicación de Ganvam, Tania Puche.

Hachazo fiscal del Gobierno

Un escenario que ya ha provocado que el 50% de los modelos nuevos estén obligados a pagar el impuesto de matriculación cuando en 2020 no lo pagaba ni el 20%, lo que hace que un importante porcentaje del mercado automovilístico español incremente su precio que se prevé que ronde los 800 euros, con una subida media que se estima en el 5%. Un hachazo fiscal que en Francia, Italia y Alemania han frenado para no castigar al sector en plena crisis del coronavirus.

En concreto, el impuesto especial sobre determinados medios de transporte (IEDMT) se divide en cuatro tramos dependiendo de los niveles de contaminación y de emisiones: 0% para los vehículos que emiten menos de 120 gr/km de CO2, 4,75% entre 120 y 160; 9,75% de 160 a 200 y 14,75% de 200 en adelante. Una normativa más precisa que la anterior -NEDC- a la hora de calcular el consumo real de combustible de un vehículo y de la que la la vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, presume pese a provocar un hundimiento del mercado automovilístico español.

Ribera y su veto a los coches de combustión

El pasado 1 de enero entró en vigor la normativa WLTP impuesta por la Comisión Europea (CE), a pesar de las promesas del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, que se han quedado en papel mojado ante la negativa de Transición Ecológica, dando la espalda al sector de la automoción en uno de sus años más complicado.

Este impuesto no sólo provocará la pérdida de casi 160.000 matriculaciones -cifra que se podría disparar- y la destrucción de miles de empleos en la cadena de valor del sector, sino que también disparará el envejecimiento del parque móvil español, lo que se traduce en más contaminación y menos seguridad. Esto ha hecho encender todas las alarmas en el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, dirigido por Teresa Ribera, cuyo objetivo desde que llegó al Gobierno es eliminar los coches de combustión de las carreteras españolas.