El éxtasis llegó a Gijón con el milagro de la permanencia del Sporting
El Sporting de Gijón es equipo de Primera División. La victoria por 2-0 sobre el Villareal, unido al pinchazo del Getafe permitirán a los de Abelardo permanecer un año más en la máxi,ma categoría del fútbol español. El sueño del equipo económicamente más limitado de la élite continúa.
El conjunto asturiano no dependía de sí mismo para la salvación. Empatado a puntos con el Getafe, el goalaverage desfavorable hacía que una victoria debiera estar acompañada por un pinchazo azulón. De no sumar un punto más que los azulones – y la misma puntuación que el Rayo – el Sporting regresaría a la Liga Adelante solo un año después de su ascenso.
La afición vivió con nervios la espera al pitido inicial del árbitro Undiano Mallenco, pero la necesidad de animar a su equipo con el balón en juego no se hizo esperar demasiado, y la grada de El Molinón comenzó a rugir en busca de un tanto con el que empezar a soñar.
El ambiente puso nervioso a un Villarreal que, con jugadores poco habituales en el campo, estaba tomando decisiones que acercaban al Sporting a Barbosa. En el minuto 8, un centro de Carmona desde la derecha era rematado de primeras a la red por el canterano Jony, posiblemente el mejor jugador rojiblanco en el cómputo global del curso.
La grada enloquecía ante un gol que daba momentaneamente la salvación al Sporting. Solo dos minutos después pudo empatar Baptistao, haciendo el silencio entre los aficionados locales, pero su disparo golpeó en el poste derecho de la portería defendida por Cuellar.
La permanencia fue un hecho durante toda la primera parte, en la que los únicos goles que llegaron fueron los del Rayo Vallecano, que no afectaban a su situación sportinguista en la tabla en caso de victoria. Pudo llegar el segundo, el de la tranquilidad en el propio partido, pero Rachid y Guerrero no acertaron cara a puerta. La afición seguía temblando de nerviosismo, 45 minutos para el sueño.
El gol de Pezzella enloqueció a La Mareona
No pasaba nada en el campo, pero tras el transcurso de diez minutos de la segunda parte la grada y los suplentes comenzaron a celebrar un tanto de Pezzella para el Betis que alejaba al principal rival, el Getafe, de la permanencia.
Abelardo paseaba por el área técnica hasta completar más kilómetros que alguno de los jugadores, y estos pedían más a una afición que se estaba quedando afónica de tanto animar. Llegaba el segundo del Betis, y aunque el Rayo se imponía por 3-1, el Sporting dependía de sí mismo. Los decibelios volvían a subir entre las 30.000 almas que llenaban El Molinón.
Permanencia e invasión múltiple
Uno de los pesos pesados, Sergio Álvarez, iba a ser el culpable del éxtasis de La Mareona. Un disparo del ‘6’ desde fuera del área entraba cerca de la escuadra de Barbosa, escenificando uno de los momentos más bellos de la temporada. Abelardo no podía contener las lágrimas, mientras el equipo se enfundaba en una piña que prácticamente aseguraba la soñada permanencia para un equipo que apenas pudo fichar durante el año por motivos económicos.
El pitido final no hizo más que provocar una invasión de campo y confirmar lo que el tanto de Sergio había provocado. El milagro de la salvación se consumaba, en el momento que los jugadores conocían, ya en el tunel de vestuarios, la derrota del Getafe en Sevilla. La afición lo cantaba al unísono, el Sporting de Gijón es de primera.
Con el terreno de juego completamente inundado de camisetas del Sporting, los jugadores regresaron uno a uno – presentados originalmente por el speaker – para compartir la alegría con una afición que ha dado todo por que su equipo permanezca en la élite a pesar de las dificultades.