El partido se detuvo unos minutos

Los graves insultos al árbitro que recoge el acta del Nástic-Málaga: «Hijo de puta, tu hijo va a morir»

La prórroga del Nou Estadi estuvo llena de tensión antes del gol del ascenso del club malagueño

acta Málaga
El árbitro Mallo Fernández.
Kike Sáez

Momentos de máxima tensión los que se vivieron en el Nou Estadi de Tarragona en la prórroga del Gimnastic-Málaga, partido que supuso el ascenso del club andaluz a Segunda División una temporada después de descender a Primera Federación. La alegría malagueña, en parte, quedó eclipsada por el lamentable episodio protagonizado por algunos aficionados catalanes que dedicaron insultos gravísimos al cuerpo arbitral encabezado por Eder Mallo Fernández, que recogió en su acta todo lo que tuvieron que soportar antes de ese final con el gol del Málaga.

El colegiado llegó a detener el encuentro en la prórroga. Sucedió tras el gol de Dioni en el minuto 108, cuando la afición local se desesperó y también los recogepelotas, que empezaron a lanzar balones al terreno de juego para tratar de interrumpir el juego y que ascendiera el Gimnástic, una acción que a la postre les iba a salir bastante cara. Antonio Cordero marcó el gol del ascenso (2-2) en el 124′ levantó a la hinchada malagueña y silenció a la de Tarragona.

En su acta, Mallo Fernández explicó que antes de la conclusión recibió insultos muy graves por parte de ciertos aficionados. «Tu hijo va a morir, vais a morir, hijos de puta», esas fueron algunas de las terribles frases que el cuerpo arbitral tuvo que escuchar encerrado en el vestuario. De manera casi inédita, el árbitro principal adoptó la decisión de marcharse junto a sus compañeros al vestuario escoltado por los Mossos d’Esquadra.

«Llegamos a temer por nuestra integridad física», relata el árbitro en un acta de una dureza nunca antes vista. En ella, hace un repaso de todo lo ocurrido durante los 124 minutos que duró el encuentro, en los que hubo tiempo para todo. El Gimnástic había remontado la final con un jugador menos y el Málaga consiguió volver a darle la vuelta en 26 minutos para lograr el ansiado ascenso.

Así lo redacta el árbitro en el acta del Nástic-Málaga

«Una vez nos encontramos en vestuarios, pudiendo acceder a ellos gracias a la ayuda de la fuerza pública, se producen multitud de incidentes en la puerta de nuestro vestuario. Detallamos:

  • Golpean con agresividad nuestra puerta en hasta 24 ocasiones.
  • Se dirigen hacia nosotros abriendo la puerta y gritándonos, entre lo que identificamos lo siguiente:

«Vais a morir», «Sinvergüenzas», «Tu hijo va a morir», «Ojalá os matéis», «Hijos de puta», «Que muera vuestra puta familia», «Cobardes hijos de puta (con amenazas de «dar la cara hijos de puta que os vais a enterar» en hasta 25 ocasiones), «No tienes huevos», «Tu puta madre», «Te voy a recibir hasta el final, si tienes huevos baja (en 4 ocasiones)».

Llegamos a temer por nuestra integridad física, al ver cómo abrían la puerta y nos increpaban.

  • La seguridad presente nos indica que les es imposible retirar y controlar a esta gente, puesto que según nos dicen, «son varios directivos y propietarios del club».

Nos comunica la fuerza pública que debemos salir escoltados hacia los vehículos y en carretera hasta la llegada al hotel para garantizar nuestra integridad.»

El episodio de los balones

Por si fuera poco, el acta también incluye un amplio informe que recoge todas las incidencias del público. Y es que el árbitro se vio obligado a detener el partido en el minuto 113, llegando a estar siete minutos sin disputarse. «En el minuto 113, tras producirse el lanzamiento de varios balones desde la grada en el fondo izquierdo, según miramos desde vestuarios (misma ubicación que los incidentes anteriormente mencionados)», explica.

«Tras este hecho, viendo lo perjudicial para el desarrollo normal del partido y los hechos acontecidos previamente, se procede a la retirada de jugadores y equipo arbitral a vestuarios. Estuvo detenido el juego durante 7 minutos, en lo que se comunicaba esta situación con coordinadores de seguridad, entrenadores y delegados, llegando a un consenso para continuar y a controlar los balones ubicados en la zona de cuarto árbitro. No se volvió a producir este tipo de lanzamientos, pudiendo finalizar el partido», concluye este apartado del acta del Nástic-Málaga.

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