Doncic le da la razón al Real Madrid
La configuración de la plantilla del Real Madrid contaba con muchos argumentos para ser considerada como una de las más fuertes y completas de Europa, si no la que más, pero una duda, representada en la figura de Luka Doncic, chirriaba a la vista de muchos expertos por el riesgo que conllevaba dentro del control y la planificación casi milimétrica del plantel.
El rol de Doncic era el único cabo que podía parecer atado por la especulación y la adaptación definitiva a la élite de un talento sin igual, pero el esloveno, con solo dos meses de campeonato, ya se ha encargado de darle la razón al Madrid y confirmar su importancia como segundo base y bastión exterior del equipo.
La dirección deportiva y el cuerpo técnico comandado por Pablo Laso han sido los sorprendidos en menor medida con el rendimiento de Doncic. Decidir partidos de Euroliga y Liga Endesa con 17 años no encuentra razonamiento lógico si no se refiere a un proyecto sin igual en el baloncesto del viejo continente, pero conscientes de la perla que tenían entre manos, los dos triples decisivos frente a Zalgiris o su MVP histórico en la pasada jornada de Liga Endesa encuentran explicación en el proceso diseñado en la casa blanca para la explosión del jugador.
La progresión de Doncic ha ido por los derroteros que el Madrid planeó, en forma y fondo. En el club sabían de la importancia de tener bien atado al jugador y es por ello que prefirieron formar con paciencia a un talento precoz que dejarle marchar cedido en busca de experiencia y minutos en un equipo con menor competencia en sus filas. La cesión fue una posibilidad en veranos pasados, pero Luka estaba llamado a triunfar en el Madrid, y para ello no hay mejor que aprender de los Llull, Rudy o Sergio Rodríguez, que después de maestro del esloveno le ha permitido heredar su rol.
Sustituir a una figura de nivel NBA como el Chacho no iba a suponer un reto fácil para Doncic, y las críticas no tardaron en llegar en el momento en que se confirmó la llegada de un base de perfil bajo como Draper en vez del galáctico que se presuponía para rellenar el hueco que dejaba el canario. La estrella era Luka, en el Madrid lo tenían claro.
Comportamiento de veterano
Doncic no es aún apto para optar a conducir un coche pero es en el DNI en el único lugar donde los 17 años que atesora parecen creíbles. Sus decisiones en la cancha se asemejan a las que tomaría un veterano, echándose a la espalda la responsabilidad de todo un Real Madrid, y su ética de trabajo es la que le llevará a lo más alto del baloncesto mundial. Dos de sus otrora puntos débiles, el físico y el tiro de larga distancia, son los que más réditos le están dando en su primer año con verdaderas responsabilidades de blanco. Pregunten a Zalgiris.
En el vestuario, además, es uno de los pilares en cuanto al trato con sus compañeros. Sin todavía la experiencia suficiente para alzar la voz, su labor es llevarse bien con todos los jugadores de la plantilla, y no es extraño verle irse a cenar con el clan de americanos y al día siguiente acompañar a Llull, Rudy y compañía a disfrutar de un partido en el Bernabéu. El Real Madrid tenía razón, Luka Doncic estaba preparado para todo.