Todo lo que no se le debe decir a quienes acaban de tener un hijo

Tener un hijo es una experiencia inigualable y marca la vida de cualquier persona. La alegría suele ser la que inunda a los papás. Sin embargo, en el caso de los primerizos también es un momento lleno de miedos, temores y dudas. Por todo esto es por lo que debemos tener cuidado al realizar determinados comentarios a los recién estrenados padres, porque podemos decirles algo que pueda perturbarlos aún más. Y, por supuesto, también se hace necesario evitar frases y preguntas absurdas que, en muchas ocasiones, se llevan a cabo por costumbre o por no saber qué decir.

A continuación, te mostramos algunas de las cosas que nunca debe decírsele a un padre o a una madre que acaban de asistir al nacimiento de su hijo:

El niño, ¿duerme del tirón?

Esa es una pregunta que suelen realizar muchas personas a la mamá y también al papá del recién nacido. Y la misma es realmente absurda. ¿Por qué? Porque está claro que un bebé de esa edad no puede dormir toda la noche seguida. Eso lo sabe todo el mundo, ya que, entre otras cosas, se despertará para poder realizar sus tomas de leche.

¿Cuándo vais a por otro?

Si al recién estrenado papá le puede resultar más o menos “graciosa” la pregunta de cuándo le van a dar un hermanito al bebé, a la mamá no le va a gustar nada la cuestión. Y es que es totalmente comprensible, pues acaba de superar un parto y todo lo que eso conlleva. Es decir, dolores, contracciones, anestesia, ingreso hospitalario….Sin olvidar, por supuesto, los nueve meses en los que ha tenido que hacerle frente a una gran variedad de síntomas tales como mareos, estreñimiento, hemorroides, hinchazón de pies…

Yo tengo un perro y sé lo que supone cuidar de otro

También son numerosas las personas que cuando visitan al recién nacido no dudan en mostrar su solidaridad y comprensión con los padres, por todo lo que supone cuidar a un bebé. Y lo hacen no desde la experiencia de tener hijos, sino desde su posición de ser dueños de una mascota. En este caso, lo único que consiguen hacer es irritar a los papás, porque por mucho que se cuide y mime a un perro, ni mucho menos requiere la atención de un niño:

• El can no obliga a tener que despertarse cada dos o tres horas para darle la toma.

• Nadie se despierta por el llanto de un perro todos los días y sí por el de un pequeño.

• El perro no requiere tener que bañarlo de arriba a abajo varias veces al día, como sí hay que hacer con el niño porque ha hecho caca y esta se ha salido fuera del pañal.

• La mascota se puede dejar que juegue libremente en el jardín mientras se realizan actividades dentro de casa. El recién nacido, por su parte, requiere atención constante y no se le puede dejar solo.