El PP entierra el proyecto del tranvía de Palma y recupera el Segundo Cinturón

El vuelco electoral del pasado domingo 28 de mayo, con la victoria del centroderecha en Palma con Jaime Martínez (PP) al frente del próximo gobierno municipal relevando en la alcaldía al socialista, José Hila, el próximo 17 de junio, provocará un cambio en las polémicas medidas en contra de la mejora de la movilidad impulsadas por el actual equipo de gobierno de coalición de PSOE, independentistas de Més y Podemos, y donde lo más destacado será la paralización del gasto de 240 millones en el tranvía al aeropuerto de Son Sant Joan.

Al no haberse adjudicado, ni salido tan siquiera a concurso público las obras, la decisión sólo es cuestión de voluntad política, dado que el Gobierno de Pedro Sánchez no ha habilitado, aunque sí como siempre prometido, su financiación.

La intención de Martínez pasa por destinar ese importe, en caso de que el Gobierno central mantenga el compromiso para la inversión en movilidad sostenible, a electrificar toda la flota de vehículos de la EMT.

El adiós al tranvía vendrá acompañado de la eliminación del polémico carril Bus-VAO en la autopista de Levante de la capital balear, y el fin de la limitación de 80 kilómetros por hora en la Vía de Cintura, en estos dos casos, antes de que acabe el año.

También es una prioridad la conclusión de las obras del inacabado Segundo Cinturón, en el denominado tramo uno que conecta el Coll den Rabassa con el barrio de Son Ferriol, aunque en este caso, las obras son competencia del Consell de Mallorca donde también gobernará el PP con Llorenç Galmés al frente.

En materia de movilidad, Martínez apuesta por la modificación del nudo de Porto Pi para mejorar la salida desde el Dique del Oeste a la autopista de Poniente; la habilitación del acceso directo desde la autopista de Inca a la red urbana sin pasar por la Vía de Cintura, y la mejora de los enlaces de las autopistas de Levante y de Poniente con la citada arteria de circunvalación.

Tras dos legislaturas en las que el Ayuntamiento de Palma ha eliminado más de 2.000 plazas de aparcamiento gratuitas y no ha construido ni un solo estacionamiento, el compromiso del que será el octavo alcalde de Palma desde la llegada de la democracia, pasa por construir aparcamientos disuasorios en el extrarradio de la ciudad con acceso a autobuses lanzadera.

Unos nuevos aparcamientos que funcionarán como intercambiadores que combinarán el depósito de vehículos con nuevas formas de movilidad. Y por último, y también en esta materia,  en relación a las obras de reurbanización que se ejecutan en el Paseo Marítimo, el PP modificará el proyecto a fin de incorporar la construcción de aparcamientos subterráneos en cada uno de los puntos más conflictivos y congestionados de tráfico.