Mater, galardonado con el Ramon Llull por su ayuda a los más vulnerables
Se trata del máximo galardón de la comunidad autónoma y se entregó el pasado 29 de febrero en la Llotja
Desde la organización aseguran que este premio es "una especie de Goya para nosotros"
La organización cumple 60 años de vida en este 2024 y ya atiende a más de 1.500 usuarios
Las personas con discapacidad o con necesidades especiales tienen un espacio en Palma donde refugiarse y ser atendidos en su día a día. Se trata de Mater, un centro educativo que este año cumple 60 años de andadura y que ha sido galardonado con el premio Ramon Llull por dar una respuesta incansable a las necesidades de los más vulnerables y poner a las personas en el centro de su acción.
Su amplia experiencia en la atención especial le ha servido a este proyecto para recibir el pasado 29 de febrero el máximo galardón que otorga esta comunidad autónoma. La directora del centro Mater, Bárbara Mestre, ha asegurado a OK DIARIO que este premio «para nosotros es una especie de Goya y supone una gran alegría para todos los profesionales y las familias».
Y es que Mater, actualmente, cuenta con unos 475 profesionales y se atienden a más de 1.500 usuarios. En el centro trabajan desde psicólogos y logopedas hasta fisioterapeutas y el proyecto brinda servicios como educación especial, un centro de día, un centro ocupacional, una residencia, formaciones profesionales, formación dual, programas de ocio, líneas de inserción laboral y atención temprana, que es el servicio más requerido de todos con 465 usuarios.
Cabe destacar que con el paso de los años el número de personas atendidas no ha hecho más que crecer. En el año 2019 se ayudaron a 1.309 personas y en 2020 a 1.439. En el caso del año 2021 ascendieron a 1.476 hasta llegar a las 1.559 personas atendidas en 2022.
El Premio Ramon Llull es, según Mestre, «un reconocimiento al trabajo que ha hecho esta entidad. Que Mater esté ahí en primera línea es de agradecer. Lo recogemos con alegría y responsabilidad porque el reconocimiento te lo ganas con el paso de los años».
El proyecto nace concretamente en el año 1964 de la mano de las Hermanas Franciscanas Hijas de la Misericordia con el objetivo de dar respuesta sanitaria y educativa a niñas que presentaban algún tipo de disfuncionalidad. Tal y como explica la directora del centro, por aquellos tiempos los chicos ya estaban atendidos en San Juan de Dios.
Sin embargo, Mater ahora es una organización que «tiene todos los servicios necesarios para que las personas con discapacidad intelectual, sean niños, niñas, hombres y mujeres tengan todos los apoyos necesarios para normalizar su vida y que tengan una vida plena en nuestra sociedad», asegura Bárbara Mestre.
Atención desde casa
Las familias son el pilar fundamental del proyecto Mater y a la vez «el mejor cliente». De hecho, uno de los mayores cambios de la organización en los últimos años es «atender dentro de entornos familiares en vez de que vengan aquí. Ahora nosotros nos desplazamos a su casa y damos herramientas a los padres para que sepan cómo tratar cualquier cuestión».
A esto hay que añadirle la llamada vivienda supervisada. En este caso, el usuario tiene «plena autonomía de estar en una vivienda con grupos de chicos sin un apoyo constante y de vez en cuando viene una persona al piso para ver que está bien».
Asimismo, otro de los pilares fundamentales de Mater es la inserción laboral. De esta manera, el centro trabaja en la formación profesional y en las habilidades de las personas para que puedan entrar en un trabajo. «Buscamos y defendemos una formación dual, una formación que ya es con contrato y salario y luego trabajar desde nuestro Centro Especial de Ocupación para poder luego dar el salto a la empresa ordinaria», destaca Mestre.
Desde la organización destacan que los valores humanos y no técnicos rigen el modus operandi del centro palmesano. «Estamos aquí para fomentar valores como la empatía, la ayuda, la escucha activa, ponerse en el lugar del otro, trabajar con la gente desde la parte humana, no solamente como un recurso… La parte más importante de Mater es el acompañamiento espiritual», subraya la directora.
Retos del futuro
Desde Mater aseguran que cada año que pasa se van generando nuevas necesidades. «Hay muchas personas que necesitan una plaza. No sé si hacen falta más centros de este estilo, pero nuestro reto que se nos viene es el de mejorar las instalaciones y equipamientos y que estén dotados de las últimas tecnologías».
Tal y como confirman, el centro Mater esta en «cambio constante porque la sociedad está en constante movimiento. Cada día mejoramos la atención, la autonomía, los servicios, las instalaciones, los equipamientos, los profesionales, la formación a los profesionales…».
Pese a todo, el máximo objetivo, por encima de todos, es «atender a las personas con calidad y valores para conseguir una vida plena y digna».