Denuncian ante el juez al Ayuntamiento socialista de Palma por el despido de un sindicalista de Vox

El sindicato mayoritario de la empresa de limpieza de Palma (Emaya) ha denunciado por acoso al concejal socialista de Medio Ambiente, Ramon Perpinyà, tras el reciente despido por parte de la compañía municipal del dirigente sindical de Vox, José Villanueva, miembro del comité de empresa por parte del sindicato con mayor respaldo (USTE), además de vocal de este partido en el consejo de administración de Emaya.

En un comunicado, esta central sindical ha anunciado que ha interpuesto la denuncia contra Perpinyà y el gerente de la empresa, Manuel Menéndez, «por persecución, acoso sindical y el despido» del citado sindicalista, «con argumentos intimidatorios y de coerción».

En la nota, el sindicato de referencia de la mayoría de empleados municipales palmesanos del servicio de limpieza, recuerda que a lo largo de la legislatura ha denunciado «diferentes actuaciones de la empresa, lesivas para los derechos laborales y de vulneración de derechos fundamentales, y logrado numerosas sentencias de condena en todas las instancias de la jurisdicción social, respondiendo la dirección con represalias y venganza contra integrantes de nuestra sección sindical, siendo que la penúltima acción de hostigamiento a estas personas, ha culminado con el despido de nuestro representante».

Tras subrayar que «no tolerará ninguna vulneración de la libertad sindical ni ningún acoso ni laboral, ni sindical y seguirá defendiendo la mejora de las condiciones de trabajo», el sindicato precisa que Villanueva ha sido despedido por «incumplir el deber de sigilo profesional» al difundir unos mensajes de voz internos a sus afiliados sobre el contenido de las negociaciones que llevaba a cabo la empresa con los sindicatos para la estabilización del empleo temporal».

Sobre el particular, la central sindical denuncia que el pasado mes de julio el gerente Menéndez «micro en mano manifestó en una asamblea la promesa de extender la estabilización a todos los empleados indefinidos no fijos de Emaya en una promesa con marcado tinte electoral».

«A nuestro compañero se le acusa de incumplir el deber de sigilo cuando, Manuel Menéndez lo incumplió públicamente por unos audios que fueron publicados en los foros internos de whatsapps del sindicato USTE, para más de 200 afiliados a nuestra sección». Por ello, y a la vista de los hechos, la central sindical advierte que «responderá con la máxima contundencia ante estas actitudes de la dirección de la empresa municipal», en manos de los socialistas de Palma.

También el grupo municipal Vox Palma, pedirá en el próximo pleno la reprobación del concejal socialista de Medio Ambiente, Ramón Perpinyà y el cese del gerente de Emaya Manuel Menéndez, por el despido discriminatorio al trabajador del departamento de limpieza-Calidad Urbana, José Villanueva.

Ya en el pleno del pasado 27 de octubre, Vox solicitó la comparecencia del regidor Perpinyá para que informara del expediente disciplinario abierto y el líder de esta formación en el Consistorio palmesano, el concejal Fulgencio Coll, recordó que ya «advertí que si se aplicaba de forma exagerada y desproporcionada la sanción, se podía entender como una represalia de la empresa contra un representante sindical incómodo, y lo que es peor, que la imagen de Emaya quedaría seriamente dañada al imponer la sanción máxima, teniendo en cuenta que, en un caso similar a un trabajador del área del ciclo del agua, se había impuesto una sanción de 10 días de empleo y sueldo».

En la misma línea Coll asegura que Villanueva «no violó intencionadamente el secreto de correspondencia», como «tampoco vulneró el deber de sigilo puesto que únicamente se limitó a informar sobre el proceso de negociación a sus afiliados y, por tanto, no había transgredido la buena fe y abuso de confianza».

«Nos encontramos con el concepto de sigilo, algo no respetado en algunos consejos de administración o juntas, sin haberse abierto ningún expediente sancionador. Además, este derecho de sigilo es contrario al derecho de un representante sindical de informar a sus afiliados durante un proceso de negociación».

Por ello Coll considera que, en este caso, se ha aplicado la norma de una forma «desproporcionada e injusta».

«Cuando hay un representante sindical que no es de la línea política del partido de gobierno, es un estorbo y cuando molesta se le echa» criticó el número uno de Vox en Palma que calificó el despido de «desproporcionado y una violación de los derechos sindicales».