El uso de mascarillas está cambiando la forma en la que nos comunicamos con otras personas. Cuando las llevamos puestas, nos tapan parte de la cara y esto provoca dificultades para entender bien qué nos están diciendo.
Son muchas las escenas en las que tenemos que pedir que nos repitan las palabras, ya que al tener la boca cubierta tampoco podemos leernos los labios. Si a esto le sumamos otros complementos, como por ejemplo unas gafas o un sombrero, también pueden generar dificultad a la hora de reconocernos.
A través de las cejas podemos revelar hasta el 40% de la información que queremos transmitir y así podremos conocer las emociones de aquellos con los que nos comunicamos.