La prescripción de medicinas por enfermeros amplía sus competencias en 10 ámbitos clave de la sanidad

Los médicos advierten sobre los riesgos de una posible fragmentación de la atención y asegurar la seguridad y eficacia en el tratamiento

Enfermeras presión asistencial
Una enfermera y enfermero especialista.
Diego Buenosvinos
  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

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La prescripción enfermera es una realidad que ha cobrado fuerza en los últimos años, permitiendo a los profesionales de enfermería prescribir medicamentos y productos sanitarios en situaciones específicas. Esta expansión de competencias ha transformado la práctica enfermera y mejorado la calidad de la atención a los pacientes. De esta forma, han conseguido esta profesión sanitaria, cubrir 10 ámbitos de aplicación.

La prescripción enfermera no sólo amplía el alcance de la práctica de enfermería, sino que también mejora la calidad de la atención sanitaria al permitir una respuesta rápida y adaptada a las necesidades de los pacientes. Con su implementación, se está transformando la forma en que se aborda la atención de salud, destacando el papel esencial de los enfermeros en la mejora del bienestar y la salud de la población.

Sin embargo, este avance ha generado un cruce de críticas y preocupaciones entre los médicos, quienes ven en esta expansión una posible invasión de sus competencias.

Por ello, esta expansión ha provocado un intenso debate en la comunidad sanitaria. Mientras los enfermeros defienden su capacidad para proporcionar un cuidado integral y accesible, los médicos advierten sobre los riesgos de una posible fragmentación de la atención y la necesidad de asegurar la seguridad y eficacia en el tratamiento de los pacientes. Este cruce de críticas resalta la importancia de la colaboración y la definición clara de competencias para mejorar la calidad de la atención sanitaria.

Infección de Tracto Urinario Inferior no Complicada en Mujeres Adultas

La última guía publicada aborda el manejo de la infección de tracto urinario inferior no complicada en mujeres adultas. Permite a los enfermeros indicar y autorizar la dispensación de antibióticos y otros tratamientos necesarios para tratar esta condición. Esta guía se enfoca en criterios de diagnóstico precisos y en la elección adecuada de antibióticos para evitar la resistencia bacteriana.

Deshabituación Tabáquica

La guía para la deshabituación tabáquica proporciona a los enfermeros un protocolo para la intervención en el cese del hábito de fumar. Permite la prescripción de productos de sustitución de nicotina y otros medicamentos para ayudar a los pacientes en el proceso de dejar de fumar. Esta guía se centra en la evaluación de la dependencia y en el seguimiento regular del paciente para ajustar el tratamiento según sea necesario.

Procedimientos Diagnósticos o Terapéuticos que Requieren del Uso de Anestésicos Locales

Esta guía específica permite a los enfermeros la indicación y uso de anestésicos locales en procedimientos diagnósticos o terapéuticos menores, como extracciones de sangre, pequeñas suturas, y cuidados de heridas. La guía establece los tipos de anestésicos permitidos, las dosis seguras y las contraindicaciones, asegurando un uso adecuado y seguro.

Fiebre

En la gestión de la fiebre, esta guía autoriza a los enfermeros a prescribir antipiréticos y otros tratamientos para reducir la fiebre y aliviar los síntomas asociados, especialmente en casos de infecciones virales o bacterianas comunes. La guía proporciona criterios para identificar cuándo la fiebre puede ser tratada de manera segura por un enfermero y cuándo se debe derivar a un médico.

5. Anticoagulación Oral

Esta guía permite a los enfermeros manejar la anticoagulación en pacientes que requieren este tipo de tratamiento, como aquellos con fibrilación auricular o tromboembolismo venoso. Incluye la prescripción de anticoagulantes orales y el ajuste de dosis basado en parámetros de coagulación, así como la educación del paciente sobre los riesgos y la monitorización de complicaciones.

Ostomías

La guía sobre ostomías facilita a los enfermeros la indicación y autorización de productos específicos para el cuidado de pacientes con ostomías, como bolsas de ostomía y productos para el cuidado de la piel. Además, cubre la formación y el seguimiento de los pacientes para asegurar un manejo adecuado y evitar complicaciones.

Quemaduras

Esta guía aborda el tratamiento inicial de quemaduras menores. Permite a los enfermeros prescribir apósitos, cremas antimicrobianas y otros tratamientos tópicos necesarios para el manejo de quemaduras superficiales. Se enfoca en la evaluación del tipo y la extensión de la quemadura y en los procedimientos adecuados para su tratamiento.

Hipertensión

La guía para el manejo de la hipertensión autoriza a los enfermeros a prescribir medicamentos antihipertensivos en casos de hipertensión leve o moderada. Incluye protocolos para la evaluación de la presión arterial, el inicio de tratamiento farmacológico, y la monitorización regular para ajustar la terapia y prevenir complicaciones como accidentes cerebrovasculares o infartos.

Diabetes Tipo 1 y Tipo 2

Esta guía proporciona a los enfermeros las herramientas necesarias para manejar la diabetes tipo 1 y tipo 2, incluyendo la prescripción de insulina, antidiabéticos orales y otros tratamientos relacionados. También incluye la educación sobre el autocontrol de la glucosa y la prevención de complicaciones, lo que permite un manejo integral de la enfermedad.

Tratamiento de las Heridas

La guía para el tratamiento de heridas permite a los enfermeros indicar y autorizar la utilización de productos para el cuidado avanzado de heridas, como apósitos especializados, cremas antimicrobianas, y antibióticos tópicos. Se centra en la evaluación de las heridas crónicas y agudas, promoviendo la cicatrización y previniendo infecciones.

 

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