Un fármaco para la diabetes tipo 2 reduce la progresión de la enfermedad renal crónica

Se estima que 2 de cada 3 pacientes están sin diagnosticar

Sanidad aprueba 'Jardiance' (Boehringer Ingelheim y Lilly) para pacientes con enfermedad renal crónica

El éxito de este nuevo tratamiento reside en que el paciente no progresa a insuficiencia renal

Enfermedad renal crónica
Momento de la presentación del nuevo uso del fármaco para tratar la enfermedad renal crónica.
Diego Buenosvinos
  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

Fact checked

×

Este artículo de OkSalud ha sido verificado para garantizar la mayor precisión y veracidad posible: se incluyen, en su mayoría, estudios médicos, enlaces a medios acreditados en la temática y se menciona a instituciones académicas de investigación. Todo el contenido de OkSalud está revisado pero, si consideras que es dudoso, inexacto u obsoleto, puedes contactarnos para poder realizar las posibles modificaciones pertinentes.

De nuevo, un fármaco que ya se utilizaba en España, en este caso para el abordaje de pacientes con diabetes tipo 2 y con insuficiencia cardiaca, servirá para tratar la enfermedad renal crónica. Un avance muy importante para los pacientes que padecen esta patología. La Alianza Boehringer Ingelheim y Lilly ha permitido esta salto en el tratamiento de adultos con enfermedad renal crónica (ERC). Así, se ha demostrado que reduce el riesgo de progresión de la enfermedad o muerte cardiovascular, así como el riesgo de hospitalizar por cualquier causa.

Dado que las fases iniciales de la enfermedad transcurren si síntomas, muchas personas pueden no ser conscientes de que la padecen. De hecho, se estima que 2 de cada 3 pacientes están sin diagnosticar.

Las personas con enfermedad renal crónica experimentan una reducción de la calidad de vida en fases avanzadas de la enfermedad, a menudo debido a la gran carga de síntomas y tratamientos. Asimismo, la depresión afecta hasta un tercio de la población renal diagnosticada en general y se diagnostica con mayor frecuencia en las personas con enfermedad renal avanzada.

Más allá de las fases precoces, el fármaco también tiene beneficio en ERC avanzada. Tiene un impacto importantísimo en todas las fases de la enfermedad, sobre todo en las fases iniciales, en las que realmente se puede prevenir y lo que es triste es que la ERC se diagnostique en urgencias. 

El doctor José Luis Górriz, jefe de Servicio de Nefrología del Hospital Clínico Universitario de Valencia, ha señalado que «el diagnóstico precoz de la enfermedad renal crónica es una intervención adecuada y coste eficaz para el SNS. Aunque nos referimos a una enfermedad silente, conocemos los factores de riesgo que aumentan la probabilidad de su desarrollo. Este enfoque precoz puede reducir el riesgo de deterioro de la función renal fracaso renal y hospitalizaciones».

Por su parte, la doctora Flora López Simarro, especializada en Medicina de Familia, ha señalado que lo que «preocupa» es que las personas con ERC tienen un riesgo elevado de sufrir eventos cardiovasculares (90%), y un 10% de acabar haciendo enfermedad renal terminal, esto es, precisando de diálisis o un trasplante de riñón.

«La ERC reúne las características que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) para hacer ‘screenings’ en patologías crónicas», ha señalado la experta, para ensalzar el rol «fundamental» de la Atención Primaria (AP) en el diagnóstico precoz.

Como diagnosticar la enfermedad

Así las cosas, la especialista ha explicado que, para diagnosticar la ERC, se deben tener en cuenta dos pruebas accesibles desde atención primaria: un análisis de sangre, que comprueba la eficacia con la que los riñones filtran la sangre, y un análisis de orina, que mide la presencia tanto de albúmina como de creatinina en la orina.

López Simarro ha lamentado que «hay desconocimiento» de la sociedad y «falta de sensibilidad» ante esta patología. Por ello, ha instado a centrarse en los grupos de mayor riesgo con mayor prevalencia para hacer cribados. El primero de ellos sería el de las personas con diabetes, ya que un 40 por ciento de ellos tiene ERC.

El segundo grupo sería el de los pacientes mayores de 65 años, ya que «la función renal va perdiéndose a medida que se cumplen años, y el 33% de los pacientes mayores de 65 tienen enfermedad renal crónica». En tercer lugar, ha pedido hacer controles a los hipertensos, porque el 22% o de ellos presenta ERC. Por último, también ha pedido cribados para los enfermos con enfermedad cardiovascular. «Hay una relación estrecha entre corazón y riñón. Cuando uno de ellos enferma, a continuación lo hace el otro», ha señalado.

«Se está haciendo historia»

Por su parte, el doctor Górriz ha destacado que se está «haciendo historia» porque habían pasado «muchos años» desde los últimos avances farmacológicos registrados en ERC. De hecho, el paciente con ERC siempre se ha asociado con la diálisis.

El éxito de este nuevo tratamiento reside en que el paciente no progresa a insuficiencia renal. Ahora, con estos fármacos se está «revirtiendo» la enfermedad. «Los nefrólogos estamos dando de alta a los pacientes para que sean controlados en AP», ha celebrado. «Nos está cambiando la vida y el pronóstico de nuestros pacientes», ha remachado.

Lo último en OkSalud

Últimas noticias