Receta casera de polvorones de almendra

Llega la Navidad, y con ella todas las recetas tradicionales, las costumbres, los regalos, las reuniones con la familia y los amigos. Los polvorones de almendra son una de las preparaciones más típicas navideñas (aunque hay quien los come todo el año). El resultado es un dulce que se deshace en la boca, con sabor a esas veladas con los abuelos y la cocina más tradicional en casa.

Y precisamente su sabor tan exquisito da idea de que puede ser muy difícil hacerlos, pero nada más falso. Realmente es un poco laboriosa la preparación, pero difícil no. Lo único exigible es la calidad de los productos, unas buenas almendras, aceite de oliva de primera, manteca de cerdo ibérico y tendremos en nuestra mesa los mejores polvorones de almendra que se puedan desear.

Ingredientes:

Cómo preparar los polvorones de almendra:

1. En primer lugar, hay que tostar la harina: ponerla en una bandeja plana y meterla al horno con grill, precalentado, a 250° C.
2. Cuando se empiece a dorar, abrir el horno, mezclar bien la harina y volver a hornear. Este paso hay que repetirlo cinco veces, más o menos, para que toda la harina esté bien tostada.
3. Dejar enfriar.
4. En una sartén con unas pocas gotas de aceite, poner a tostar las almendras picadas y molidas. Dejar enfriar.
5. Una vez frías, mezclar todos los ingredientes en un cuenco grande, y amasar con las manos hasta lograr una masa homogénea, de aspecto quebradizo.
6. Reservar en la nevera durante 20 minutos.
7. Sacar la masa, ponerla en la encimera y estirarla con rodillo.
8. Con un cortapastas cortar los polvorones.
9. En una bandeja de horno, poner papel vegetal y encima los polvorones.
10. Hornear a 180° c durante 12-15 minutos, o hasta que empiecen a dorarse.
11. Sacar, dejar enfriar en rejilla y espolvorear con abundante azúcar glas.

Puedes envolver los polvorones en papel de seda, y así decoras tu mesa a tu gusto, o bien puedes comprar los papeles especiales para envolverlos. Colócalos en una fuente de cristal y serán una nota de color.

Es imprescindible que no omitas el tostado de la harina, pues esto precisamente es lo que les da a los polvorones de almendra su sabor tan característico.