OKDIARIO capta el momento en el que Pedro Sánchez se entera de la victoria de Laura Martínez en judo

Pedro Sánchez celebró por todo lo alto la clasificación de la judoca Laura Martínez para las semifinales de su competición en los Juegos Olímpicos de París. El presidente del Gobierno, ataviado con el uniforme rojo de la delegación española, vibró con el espectacular movimiento que permitió a la española tumbar a la kazaja Abiba Abuzhakynova, número tres del mundo, y meterse en la pelea por las medallas.

Sánchez, sentado prácticamente a pie de pista y muy atento a todo lo que ocurría sobre el tatami, celebró el triunfo junto con el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, cuyas muestras de júbilo fueron aún más efusivas, y con razón. El dirigente, antiguo judoca, se emocionó con el triunfo de Martínez, consciente de la enorme importancia que tenía.

Tras la polémica ceremonia de inauguración, Los Juegos Olímpicos irrumpían este sábado con una gran variedad de deportes que debutaban prácticamente al mismo tiempo y en muchos de ellos había presencia española: balonmano, baloncesto, ciclismo, piragüismo, tenis de mesa, waterpolo… De todos ellos, el presidente del Gobierno eligió la disciplina que más posibilidades de medalla daba a España: el judo. Tampoco se lo perdió su esposa, Begoña Gómez, ni la ministra de Educación y Deporte, Pilar Alegría.

Todos vieron en directo la impecable matinal de los judocas españoles, que sumaron cinco victorias en otros tantos combates y se metieron en las semifinales de sus respectivas categorías.  Triple campeón de Europa y campeón del mundo, Garrigós por fin se sacó todas las espinas olímpicas que arrastraba desde hace demasiado tiempo. Eliminado en sus respectivos debuts en Río 2016 y Tokio 2020, encadenó dos grandes victorias sobre el tatami francés que hicieron esfumarse muchos fantasmas de golpe.

En su debut en estos Juegos, el mostoleño tuvo que sufrir mucho para batir a Jorre Verstraeten. Pese a que el belga era teóricamente inferior, vendió cara su derrota alargando el combate hasta el Golden Score, la prórroga que decide los combates de judo empatados. Tras siete minutos de intensa pelea, un waza-ari dio la victoria a Garrigós, que subió la apuesta contra su bestia negra.

Y es que en cuartos le esperaba el japonés Ryuju Nagayama, que le había vencido en sus seis enfrentamientos precedentes. Por fin cambió la historia. Garrigós, militar de formación y sargento reservista del Ejército del Aire, consiguió poner firme y tumbar a Nagayama, que no aceptó su derrota. De hecho, se quedó varios minutos sobre el tatami una vez finalizado el combate protestando por el resultado y se llevó una sonora pitada del público hasta que por fin claudicó.