La fundación FES de la Embajada de España en Caracas se gasta otros 810.000 $ en reformar su nueva sede
La Fundación España Salud (FES), creada y dirigida desde la Embajada de España en Venezuela, gastó en 2019 un total de 5,5 millones de euros públicos en la compra de su nueva sede en Caracas y otros 810.000 dólares (en torno a 730.000 euros) para reformar y acondicionar el inmueble.
De este modo, si la fundación tenía en 2018 unos fondos propios de algo de más de 12 millones de euros, a lo largo del año 2019 su patrimonio quedó reducido a menos de la mitad por motivos completamente ajenos a sus fines sociales: invirtió 6,2 millones en la compra y reforma de la nueva sede y perdió otros dos millones de euros (2,2 millones de dólares) depositados en un banco de Panamá que quebró, como ha informado OKDIARIO.
La Fundación España Salud (FES) se financia con recursos públicos de la Administración española (mediante subvenciones del Ministerio de Trabajo y los gobiernos autonómicos de Canarias, Galicia y Asturias) que debe destinar a fines sociales: la asistencia sanitaria, manutención y pago de prestaciones sociales a los españoles sin recursos que viven en Venezuela.
Una vez cerrada la compra de la nueva sede de Caracas, el arquitecto Ruggiero Morelli compareció el 25 de octubre de 2019 ante la asamblea de la FES para exponer el proyecto de reforma del inmueble, presupuestado en 810.000 dólares.
Según expuso, en la planta baja se habilitará una sala de espera para 70 personas y ocho consultorios de medicina interna. En la primera planta se ubicará el área de entrega de medicamentos, así como dos consultorios de ginecología y otros dos de pediatría. La segunda y tercera planta acogerán las dependencias administrativas y la gerencia de la FES. El equipo directivo se instará en la sexta planta, mientras que la séptima albergará dos salas de juntas. Quedan por definir los usos de la cuarta planta.
Según el proyecto diseñado por Ruggiero Morelli, el edificio recibirá cada día a 800 usuarios, además de los 50 trabajadores de la fundación FES. Ante el consejo de administración, el arquitecto anunció que cobraría un sueldo de 5.000 dólares mensuales (hasta un máximo de 35.000) como director de la obra y coordinador del proyecto.
Esta petición resultó especialmente controvertida. El presidente del Hogar Canario Venezolano, Ricardo Márquez Lugo, presente en la reunión, consideró «excesivo» el sueldo de 5.000 dólares mensuales para el arquitecto, teniendo en cuenta que en Venezuela el salario de un gerente general de empresa no supera los 400 euros al mes.
También mostró reparos por la elevada minuta que reclamaba el arquitecto el delegado de la Fundación de Apoyo a la Ciudadanía Española de Venezuela (FACEV), José Antonio Alejandro, tal como consta en las actas a las que ha tenido acceso OKDIARIO.
Para zanjar el debate, tomó la palabra el consejero de Trabajo de la Embajada de España en Caracas, José Francisco Armas, quien defendió «la oportunidad de desarrollar el proyecto con medios propios de la fundación, mediante la contratación de partidas, dado que se cuenta con una dirección y coordinación de obra con larga experiencia en construcciones en el país, lo que generaría ahorro de costes».
Armas garantizó que se buscará «la mayor transparencia y concurrencia en la solicitud de ofertas de prestación de servicios y adquisición de materiales», en un proceso dirigido por su número dos en la Embajada, el secretario general de la Consejería de Trabajo, Fernando Brea Molina.
Tan sólo unos meses antes de acordar el gasto de 6,2 millones de euros en la compra y reforma de la nueva sede, los máximos responsables de la fundación FES habían reconocido que tenían serios problemas para dar respuesta a la demanda de españoles sin recursos que reclaman su ayuda sanitaria y económica.
Ya en la asamblea general celebrada el 22 de enero de 2019 en la Embajada de España en Caracas, la gerente de la fundación, Isabel Duarte, había advertido que «el incremento exponencial de todos los gastos observado durante los últimos meses de 2018 es una clara tendencia del sistema sanitario local que se proyectará durante 2019». No sólo porque la crisis económica que atraviesa el país dispara la demanda de personas que piden ayuda a la FES, sino porque la hiperinflación merma los recursos de la entidad.
La crisis disparó la demanda de ayudas
En la misma sesión, Francisco Armas constató que «la avalancha de solicitudes de afiliación que recibe la Consejería [de Trabajo] desborda sus servicios sociales». Según las cifras manejadas en aquel momento, la FES había atendido 13.700 consultas sanitarias en 2018 y había repartido tarjetas de alimentos a 3.550 familias.
A pesar de que la Fundación España Salud (FES) tenía crecientes dificultades para atender todas estas peticiones de ayuda, procedentes de españoles con pocos recursos residentes en Venezuela, la entidad acordó gastarse 6,2 millones de euros en la compra y reforma de su nueva sede, por decisión del Consejero de Trabajo de la Embajada, Francisco Armas, respaldado por la entonces ministra de Trabajo, la socialista Magdalena Valerio.