El antiguo jefe de los espías de los Mossos mintió al declarar bajo juramento ante el juez Llarena

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El mayor Josep Lluís Trapero, el ex director de los Mossos Albert Batlle y el ex comisario de Información Manel Castellví.

El ex jefe de la Comisaría de Información de los Mossos d’Esquadra, Manel Castellví, mintió al declarar como testigo –por tanto, bajo juramento y con la obligación de decir la verdad– ante el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena. De este modo, Castellví podría haber incurrido en un delito de «falso testimonio en causa judicial», castigado con penas de entre seis meses y dos años de cárcel en el artículo 458 del Código Penal.

El juez Llarena tomó declaración al comisario Manel Castellví el pasado 27 de febrero, para interrogarle sobre los documentos que los Mossos d’Esquadra pretendían destruir en la incineradora de Sant Adrià de Besòs (Barcelona), pocas horas antes de que entrara en vigor el artículo 155.

Estos documentos acreditan que la Comisaría de Información que dirigía Castellví espió a políticos de Ciudadanos (C’s), PP y el PSC, así como a personalidades públicas contrarias al proceso de independencia, como el ex presidente de Sociedad Civil Catalana (SCC), el abogado José María Fuster Fabra o los responsables del sindicato policial SPC.

Cuando el fiscal le preguntó al respecto, el comisario Manel Castellví respondió titubeando: «A posteriori me enteré de que había habido algún seguimiento operativo a alguna persona. Unas actuaciones que se realizaron de acuerdo a unas diligencias que entraron en septiembre de 2016, creo recordar. Luego hubo una ampliación de esas diligencias, que están judicializadas, en enero del 17, y luego sobre el mes de abril entró una denuncia administrativa. Del contenido de esas diligencias se hizo algún trabajo operativo para constar algunos hechos, para ver si había algún indicio».

La corrupción de la familia Pujol

De esta forma tan detallada, Castellví sólo recordó un caso de espionaje: el que los Mossos d’Esquadra realizaron a dos ex detectives de la agencia Método 3, Julián Peribáñez y Antoni Tamarit, para comprobar si habían colaborado con el Ministerio de Interior.

Según el ex comisario de Información, este dispositivo de espionaje se puso en marcha a raíz de la denuncia que el ex director de Método 3 Francisco Marco presentó ante los Mossos el 9 de febrero de 2016, y luego amplió el 3 de enero de 2017, en la que acusaba a ambos detectives de colaborar con el Ministerio de Interior para investigar la corrupción de la familia Pujol.

Por tanto, el dispositivo de espionaje puesto en marcha por los Mossos tenía un objetivo: desacreditar el origen de las pruebas que han llevado a todos los miembros de la familia Pujol ante los tribunales, por ocultar en varios paraísos fiscales la fortuna que han reunido mediante el cobro de comisiones ilegales.

Pero la versión que el comisario Castellví prestó ante el juez del Tribunal Supremo no se sostiene. El primer seguimiento de los Mossos a los detectives Peribáñez y Tamarit, acreditado en los documentos que pretendían destruir en la incineradora, se produjo en febrero de 2016, mucho antes de que se registrara la denuncia del ex director de Método 3.

Las denuncias ya habían sido archivadas

Y otras dos sesiones de seguimientos –acreditadas con fotografías e informes de la Comisaría de Información– se llevaron a cabo los días 5 y 23 de mayo de 2017, cuando las dos denuncias presentadas por Francisco Marco ya habían sido archivadas por la Audiencia Provincial de Barcelona. Por tanto, estas denuncias que ya habían archivadas por la Justicia, por insustanciales, en ningún caso podían justificar el espionaje a dos detectives.

El comisario Manel Castellví también mintió en otro punto de su declaración. Aseguró que tuvo conocimiento de estos seguimientos «a posteriori». Es falso. El correo electrónico que OKDIARIO publicó el pasado lunes demuestra que Castellví fue informado previamente del operativo que se iba a poner en marcha. Su número 2, Miquel Justo Medrano, autorizó la operación, en un correo electrónico con copia al comisario de Información, con las siguientes palabras: “Perfecto, mantenednos informados e ir pensando en que hará falta picar informe secreto sobre las diferentes actuaciones”.

Justo Medrano
El número 2 de la Comisaría de Información de los Mossos, Justo Medrano, ordena «picar un informe secreto» sobre los seguimientos realizados a ambos detectives, en un correo electrónico con copia al comisario Manel Castellví.

En su declaración ante el juez, Castellví sólo aludió al espionaje practicado a los dos ex detectives de Método 3. Y lo hizo mintiendo, pese a que declaraba como testigo y bajo juramento. En cambio, eludió referirse a los seguimientos que la Comisaría de Información que dirigía practicaron contra políticos del PP como Alicia Sánchez Camacho o incluso al entonces ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz.

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