«No se vislumbra a corto plazo, unas dos semanas, el final de este proceso eruptivo», ha explicado Nemesio Pérez (Involcan) a Radio Televisión Canaria preguntado sobre cuánto podría durar la erupción. Pérez se ha basado para hacer esta predicción en un dato clave: la cantidad de dióxido de azufre que emite el volcán de La Palma y que hoy está entre 4.000 y 5.000 toneladas diarias. Para Pérez, hasta que no se baje el registro a 50 toneladas, no se pueda dar por finiquitado el proceso.
Los cálculos de la cantidad de lava emitida por el volcán de La Palma varían entre los 39,6 y los 60 millones de metros cúbicos (m3) según el sistema de medición que se realice, una variación que pone de manifiesto la dificultad de tener una cifra exacta.
Así se ha puesto este domingo de manifiesto durante la rueda de prensa posterior al posterior al Comité Científico y que contó con la presencia del director técnico del Plan de emergencias volcánicas de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende; y de la directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, María José Blanco.
Precisamente Blanco apuntó que el Involcan expuso en la reunión de hoy que el valor del magma expulsado a partir de las emisiones de dióxido de azufre alcanza los 39,6 millones de metros cúbicos.
Para resaltar la dificultad de alcanzar un dato exacto, observó que el valor estimado a través de una medición por satélite eleva la cifra a unos 60 millones de metros cúbicos. «Hay un baile de cifras que en este momento no es posible confirmar», matizó.
La calidad del aire es razonablemente buena
Al respecto, el director del Pevolca ha explicado que la calidad del aire en La Palma es razonablemente buena al no superarse los umbrales máximos de dióxido de azufre ni del tamaño de las partículas en suspensión.
En total, explicó que la superficie afectada por el volcán son ya 525,77 hectáreas –33,02 más que ayer–; que la anchura máxima tras la ruptura del cono noroeste esta noche asciende a 1.520 metros; y que la fajada ocupa unas 34 hectáreas de terreno.
Además, Morcuende expuso que de las 1.281 infraestructuras dañadas por la lava, 1.186 han sido destruidas y 95 han sufrido daños.
Varias coladas
Sobre las coladas, después de la destrucción del cono han tenido lugar varias de estas nuevas emisiones, estando la situada más al noroeste prácticamente frenada.
Mientras, la segunda que está más al noroeste tiene actividad y dos ramales; el ramal norte, que está a la altura de la Cementera, avanza a unos cinco metros por horas -un avance mínimo-. «Pero la estamos vigilando porque puede alcanzar la cabecera de una minicuenca y variar el recorrido, lo que podría crear alguna complicación que conllevaría tomar nuevas medidas de protección civil», dijo.
Finalmente, por la parte baja, el otro ramal ya ha rebasado la carretera LP-213 y la previsión es que vaya en paralelo a la anterior y busque salida en el norte de la montaña de Todoque empujando el brazo antiguo que permanece parado desde hace días.