MANIOBRA DE SÁNCHEZ CONTRA ISRAEL

Sánchez mete a España en una operación contra Netanyahu sin apoyo de las potencias europeas ni de EEUU

El socialista impulsa, junto a un reducido grupo de Estados miembros, una declaración de condena a la estrategia militar israelí

Sánchez Netanyahu

Pedro Sánchez ha intensificado este domingo su pulso político contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, al condenar con dureza su plan para ocupar la ciudad de Gaza. El presidente del Gobierno socialista ha difundido una nota oficial a través del Ministerio de Exteriores en la que advierte de que la ofensiva israelí «agravará la crisis humanitaria» y provocará «una cifra inaceptablemente elevada de víctimas mortales». La declaración, respaldada únicamente por Islandia, Irlanda, Luxemburgo, Malta, Noruega, Portugal y Eslovenia, supone un nuevo movimiento en solitario del Ejecutivo español, sin el apoyo de las grandes potencias europeas ni de Estados Unidos.

Sánchez y sus socios han denunciado que el plan del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu viola el derecho internacional, compromete la liberación de los rehenes y supone un «enorme obstáculo» para la solución de dos Estados. Además, reclaman un alto el fuego inmediato, la entrada masiva de ayuda humanitaria y la exclusión total de Hamás de cualquier futuro gobierno en Gaza.

Con esta maniobra, Sánchez intenta utilizar una vez más la masacre de los terroristas de Hamás del pasado 7 de octubre de 2023. Sánchez ha utilizado la Operación de Espadas de Hierro, respuesta de Israel tras el atentado de Hamás,  para reforzar su imagen de líder europeo más crítico con Netanyahu, pero a costa de romper la sintonía con el núcleo duro de Bruselas y con la Casa Blanca, que siguen evitando respaldar medidas tan contundentes contra Israel. La jugada vuelve a colocar a España en un frente diplomático minoritario, pero abiertamente combativo, en plena escalada de tensión en Oriente Próximo.

Netnayahu Sánchez

«Los ministros de Asuntos Exteriores de España, Islandia, Irlanda, Luxemburgo, Malta, Noruega, Portugal y Eslovenia condenan enérgicamente el reciente anuncio del Gobierno de Israel de intensificar la ocupación y la ofensiva militar, entre otras zonas, en la ciudad de Gaza», se puede leer en la nota enviada después de la presentación del plan de Benjamin Netanyahu este domingo.

«Esta decisión no hará más que agravar la crisis humanitaria y comprometer aún más la vida de los rehenes que quedan. Esta operación ocasionará una cifra inaceptablemente elevada de víctimas mortales y el desplazamiento forzoso de casi un millón de civiles palestinos», se destaca en la nota. «Rechazamos terminantemente cualquier cambio demográfico o territorial en el Territorio Palestino Ocupado. Las acciones en este sentido constituyen una violación flagrante del derecho internacional y del derecho internacional humanitario», se explica.

La declaración no cuenta con el aval de las grandes potencias europeas ni de Estados Unidos. Sánchez se ha apoyado únicamente en un reducido grupo de países anteriormente citado, Islandia, Irlanda, Luxemburgo, Malta, Noruega, Portugal y Eslovenia, en lo que se interpreta como un movimiento arriesgado que aumenta la tensión diplomática con Tel Aviv y deja a España en la primera línea de la crítica internacional contra Israel. Ya el pasado mayo, Sánchez utilizó la cumbre de Albania para coordinar entonces una declaración contra Israel junto con la primera ministra de Islandia, Kristrún Mjöll Frostadóttir, el líder de Noruega, Jonas Gahr Store; Eslovenia, Robert Golob; Luxemburgo, Luc Frieden; y Malta, Robert Abela. La declaración también obtuvo la firma del primer ministro de Irlanda, Micheál Martin, que no pudo podido asistir a la reunión.

El comunicado califica el plan israelí como una «violación flagrante del derecho internacional y del derecho internacional humanitario» y advierte de que supone «un enorme obstáculo» para la aplicación de la solución de dos Estados, que el Gobierno español sigue defendiendo como la única vía para lograr una paz «global, justa y duradera» en Oriente Próximo. El comunicado de Sánchez insiste en que Gaza debe integrarse en un futuro Estado palestino junto a Cisjordania y Jerusalén Este, y que el reconocimiento mutuo de Palestina e Israel es la mejor garantía de seguridad para ambas partes.

En paralelo, el texto reclama un alto el fuego inmediato, la liberación de todos los rehenes en manos de Hamás y la entrada masiva y sin trabas de ayuda humanitaria en Gaza. El mensaje también marca una línea roja: Hamás «no puede desempeñar ningún papel en la gobernación futura ni en los acuerdos de seguridad» y debe ser desarmado.

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