GOBIERNO DE ESPAÑA

Sánchez encarga a Óscar López montarle una gran cumbre con Obama para presumir de «transparencia»

El presidente encarga a su ex jefe de gabinete la cumbre en la que se presentará como líder mundial

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, busca ser anfitrión de una gran cumbre internacional en España este próximo 2025. Una encuentro que se prevé celebrar en Vitoria en octubre del año que viene, y que tendrá como hilo conductor la copresidencia española de la llamada Alianza para el Gobierno Abierto (OGP), un organismo internacional que defiende la «transparencia» y la «rendición de cuentas» y que ha sido apoyado por el ex presidente de EEUU Barack Obama. Una de las figuras a las que se busca atraer a la cumbre. Mientras, Moncloa ha eliminado su departamento de Rendición de Cuentas y marca máximos en litigios por negar información a ciudadanos.

Pedro Sánchez ya prepara uno de los golpes de efecto de su próximo curso político, que estará marcado principalmente por la agenda gubernamental de actos para conmemorar el 50 aniversario de la muerte de Francisco Franco. Pero de cara al próximo otoño, Sánchez busca erigirse como uno de los mandatarios más «transparentes» del mundo, gracias a la copresidencia de la OGP.

Esta organización, que reúne a 75 países, se reunirá en Vitoria en octubre. Sánchez ha encargado a su ministro Óscar López que presida el comité organizador de la cumbre, a la que se espera la asistencia de los 75 líderes de cada nación, así como una lista completa de en torno a unas 2.000 personalidades. El Gobierno espera que una de ellas, según ha sabido OKDIARIO, sea Barak Obama, quien, durante su mandato se significó por esta iniciativa de «gobierno abierto». Una foto que quiere añadir Sánchez a su álbum.

El comité organizador se complementa con una docena de altos cargos del Gobierno con rango de secretarios de Estado, representando a ministerios como el de Hacienda, Justicia, Interior o Exteriores.

«La Cumbre se presenta como una oportunidad inigualable para hacer visible el compromiso de todas las administraciones públicas y actores involucrados con los principios de participación y colaboración, transparencia, integridad y rendición de cuentas del gobierno abierto; pero también en cuanto a riqueza regional de nuestro país en términos culturales y de defensa de la democracia», señala el Gobierno en el Real Decreto que da origen al comité presidido por Óscar López.

Fin a la Unidad de Transparencia

Mientras el Gobierno busca regodearse como el más transparente del mundo, lo cierto es que en este 2024 ha dado un impulso a su opacidad al eliminar la Unidad de Rendición de Cuentas, dependiente del Ministerio de la Presidencia.

Este organismo tenía entre sus funciones el seguimiento de las actividades y políticas del Ejecutivo y los diferentes departamentos ministeriales. Otras unidades que fueron suprimidas en el cambio de organigrama se sustituyeron por otras con distinto nombre, pero las mismas funciones, mientras que en el caso de la Unidad de Rendición de Cuentas no se creó un organismo sustituto.

El Boletín Oficial del Estado publicó el pasado martes el Decreto 954/2024, que modificó la estructura de la Presidencia del Gobierno. En este documento, firmado por Pedro Sánchez, desapareció la unidad encargada del «seguimiento y control de la programación y la implementación de la actividad gubernamental», que incluía la labor de todos los departamentos ministeriales. Además, este organismo realizaba la recopilación de datos para el informe Cumpliendo, con el que Sánchez destacaba semestralmente los logros de su Gobierno.

En esta nueva organización, Sánchez eliminó este departamento con rango de Subdirección General, pero mantuvo la preparación del informe Cumpliendo, función que ahora quedó a cargo de la nueva Secretaría General de Política Nacional. Esta unidad asumió además otras tareas, como asesorar al presidente en diseño e implementación de políticas públicas y coordinar ministerios para garantizar coherencia en la acción del Ejecutivo.

De esta forma, mientras Sánchez exigía mayor transparencia a los medios de comunicación en su plan de regeneración democrática —anunciado tras fingir su dimisión en abril debido a la investigación judicial contra su esposa, Begoña Gómez—, su Gobierno incrementaba su opacidad. Una de las medidas incluidas en este plan fue la creación de un registro de empresas periodísticas por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, supuestamente para reducir el poder de los grupos mediáticos.

A la par que demandaba transparencia a la prensa, el Gobierno dificultaba la rendición de cuentas. Esta falta de claridad fue confirmada por el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno (CTBG), que durante la primera mitad del año evaluó a 128 organismos estatales seleccionados al azar, de los cuales 78 no cumplieron ni la mitad de sus obligaciones de transparencia establecidas por ley.

Área de Discurso

En noviembre pasado, Pedro Sánchez reorganizó la estructura de Moncloa para enfrentar una legislatura marcada por pactos con el separatismo. Entre las novedades en el organigrama de la Presidencia destacó la creación del Departamento de Discurso y Mensaje, que fue renombrado en el decreto reciente publicado en el BOE.

Bajo el nombre de Departamento de Discurso, se estableció una unidad encargada de asistir a la Dirección del Gabinete en la elaboración de discursos y mensajes del presidente. Este cambio reflejó la importancia que Sánchez otorga a la comunicación gubernamental en un mandato marcado por concesiones a socios separatistas y proetarras.

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